“La guerra siempre tiene una razón de ser (…) Pero siempre se unen diferentes intereses: se pueden vender armas. Los fabricantes de armas prosperan. Si nos fijamos en las cifras bursátiles de las empresas fabricantes de armas, el crecimiento es enorme”, declaró Orban en una entrevista con Radio Kossuth.
El primer ministro húngaro recordó que hay importantes círculos económicos occidentales, entre los que se encuentra el multimillonario estadounidense George Soros, que “siempre han soñado con pisar de algún modo suelo ucraniano —y lo han conseguido—, así como acceder a los recursos naturales de Rusia”. Orban recordó cómo en los años 90, durante la época de Borís Yeltsin, Occidente y EEUU querían invertir en la producción rusa y así “sobre una base comercial adquirir los recursos naturales rusos”.
“El presidente ruso, [Vladímir] Putin, que sucedió a Yeltsin, puso fin a aquello, los echó del país y devolvió [a su país] el control sobre los recursos económicos rusos”, compartió.
El primer ministro planteó que una situación en la que Rusia es derrotada y se resigna a la derrota se parece más a un cuento de hadas.
“No puedo imaginar que alguien pueda derrotar a una potencia nuclear. Pensar que los rusos se quedarán de brazos cruzados viendo cómo les derrotan, cómo rompen su sistema político, cómo asesinan a su presidente, cómo atacan con drones la Plaza Roja (…) Creer que ellos [los rusos] observarán en silencio y se resignarán a la derrota militar es de quienes no han salido de su infancia. Esto ocurre en un cuento de hadas, no en la realidad”, concluyó.
El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el 24 de febrero de 2022 el lanzamiento de una operación militar especial en Ucrania para defender a las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, frente al genocidio cometido por parte de Kiev. Uno de los objetivos fundamentales de la operación especial es la desmilitarización y desnazificación de Ucrania.