El periodista estadounidense Patrick Lancaster preguntó a las niñas que paseaban por la ciudad más cercana a la central nuclear de Zaporozhye sobre su vida “bajo la ocupación”. Resultó que las cosas no son en absoluto como las pinta la propaganda ucraniana. Los soldados rusos siguen siendo humanos pase lo que pase, y los lugareños pueden verlo. Incluso los más jóvenes.
La operación anti-nazi de Rusia en Ucrania según sus testigos V