Víctor Ternovsky.— El plato fuerte de la apertura fue una sesión plenaria protagonizada por el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, y los líderes y altos representantes de las demás naciones que integran la Unión Económica Euroasiática (UEE), un mercado común integrado por Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Armenia.
En plena coincidencia con sus huéspedes, el presidente del país anfitrión llamó a acelerar la consolidación del enorme espacio euroasiático, profundizando los lazos entre los diferentes proyectos de integración en la región con tal de construir la gran Eurasia.
Una iniciativa apoyada también por el líder chino, Xi Jinping, quien se dirigió a los participantes del evento a través de un videomensaje. En su discurso, resaltó que el volumen del intercambio comercial entre China y los países de la UEE se triplicó en 2022 al superar los 243.000 millones de dólares.
A su vez, Putin, además de enfatizar la necesidad de más infraestructuras que aumenten la conectividad en el continente, también abogó por una Eurasia soberana tecnológicamente y económicamente. En este último contexto, constató la imparable tendencia al uso de monedas nacionales en el comercio regional, algo que se debe, en gran medida, a los abusos de EEUU y sus aliados en el ámbito financiero internacional.
El mandatario ruso también defendió la “ampliación de lazos de amistad” con países en otros continentes, en particular, con las naciones latinoamericanas.
En declaraciones a Sputnik, el director del Departamento Latinoamericano de la Cancillería rusa, Alexandr Schetinin, manifestó que la región tiene una “creciente importancia” para la UEE, al tiempo que afirmó que las múltiples crisis provocadas por el Occidente colectivo constituyen, al mismo tiempo, “una ventana de oportunidades” para que las partes “estrechen sus vínculos”.
Por su parte, el embajador de Venezuela en Rusia, Jesús Rafael Salazar Velásquez, dijo en una conversación con Sputnik que “es de gran importancia” para Latinoamérica “mantener una estrecha relación” con Rusia y las demás naciones de la UEE para “seguir creciendo y diversificando” sus “oportunidades de mercado”.
En este contexto, recordó que la nación caribeña “solicitó ingresar como miembro observador en la Unión Económica Euroasiática”.
A su vez, Tatiana Mashkova, directora del Comité Nacional para la Colaboración Económica con los Países de América Latina, con sede en Moscú, indicó a Sputnik que las partes sí están logrando superar las trampas impuestas por EEUU y sus aliados a fin de complicar logística y las transacciones financieras entre la UEE y los países latinoamericanos.
“Soy optimista absoluta, se puede salir de cualquier callejón”, apuntó Mashkova.
No obstante, en el caso de EEUU, el callejón parece no tener salida, subrayó en declaraciones a Sputnik el ministro de Hacienda y Crédito Público de Nicaragua, Iván Acosta Montalván, presente en el Foro Económico Euroasiático.
Constató una fuerte disminución de la participación de la moneda norteamericana en el comercio internacional, tratándose de una caída de “entre el 20% y 25% en los últimos 10 años”, así como de la participación de la economía estadounidense en el PIB global, que “ahora ocupa un 24%”.
Al mismo tiempo, van apareciendo nuevos centros de la economía mundial, así como bloques económicos potentes como los BRICS, cuyos Estados miembros “están buscando una moneda común” distinta al dólar y al euro, declaró el ministro nicaragüense.