Tras décadas de dominio por parte del gran capital surgen varias interrogantes: ¿a qué intereses responde el orden financiero actual? Y lo más importante, ¿se puede romper con esta forma de esclavitud? Para encontrar las respuestas hay que remontarse a la firma de los Acuerdos de Bretton Woods y a la fundación del FMI, hechos que a la postre sentarían las bases que le otorgan a EE.UU. la hegemonía del dólar y el privilegio de albergar en sus arcas gran parte de las reservas mundiales de oro.