«Creo que hay que hacer todo lo posible para convencer a las partes de la necesidad de un alto el fuego y de conversaciones de paz antes incluso de que comience una contraofensiva ucraniana, de lo contrario perderemos muchas vidas», dijo.
Advirtió de que las Fuerzas Armadas ucranianas sufrirán enormes pérdidas si se lanza un ataque masivo.
Orban recordó que los atacantes tienen tres veces más bajas en combate que los defensores. Y con tal desajuste de población en Ucrania y Rusia, «iniciar una gran estrategia es un baño de sangre», dijo Obran.
Señaló que Rusia tiene una población de 130-140 millones de habitantes y Ucrania de 30-40 millones.
Anteriormente, el columnista de National Review Michael Brendan Doherty advirtió de que la baja moral de las Fuerzas Armadas ucranianas podría perturbar una contraofensiva.