La nota, titulada «Inundan a México con armamento de EU» y publicada el sábado 3 de junio, está elaborada con información oficial que El Universal obtuvo tras elevar una solicitud de información a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a través de la Plataforma Nacional de Transparencia.
De acuerdo a las cifras consignadas por el diario, durante el periodo de 2019 a 2022, los primeros cuatro años del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, se incautaron 6.577.148 armas de fuego, cargadores, cartuchos, granadas y vehículos en el territorio mexicano.
Se trata de un aumento del 58,88% en materia de decomisos de material bélico en comparación con los primeros cuatro años del gobierno de Enrique Peña Nieto, en la que se aseguraron 4.145.406 de los mismos objetos.
En el desglose del armamento capturado por las autoridades mexicanas, según la información de la Sedena que El Universal reproduce, las armas de fuego incautadas fueron 24.593; los cargadores, 104.861; los cartuchos, 6.417.398; las granadas, 2.012, y los vehículos, 28.284.
El mes pasado, durante la conferencia de prensa matutina del presidente López Obrador, el secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval, había informado de un incremento de confiscación de armamamento desde el 1 de enero del 2018 hasta el 1 de mayo del 2023.
De acuerdo a sus números, durante ese período, más amplio que el analizado por El Universal, se decomisaron 39.982 armas y 18 millones de cartuchos.
Sin embargo, los expertos en seguridad que hablaron con El Universal señalan que «el aumento de incautaciones no significa una mayor eficacia en los operativos, sino que está entrando al país más material bélico».
Una cosa en la que sí están de acuerdo el secretario Sandoval y el artículo de El Universal es en la responsabilidad en el fenómeno de los Estados Unidos, cuyos principales fabricadores de armas están siendo demandados por el Estado mexicano por su complicidad en la producción de material que, según la demanda, desemboca en el tráfico ilegal hacia México y el consiguiente aumento de la violencia y la criminalidad en el país.
Durante la conferencia de prensa en la que presentó las cifras del decomiso de armamento, Sandoval indicó que «aproximadamente el 70%» de las armas incautadas es de origen y fabricación estadounidense.
En tanto, uno de los expertos consultados en la nota de El Universal, Martín Íñiguez Ramos, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, señala que el 80% de las armas ilegales incautadas en el período analizado por el diario provienen de Estados Unidos.