“Por temor al reinicio de la persecución penal, Marat Kasem aprovechó una oportunidad y abandonó ese país”, dijo la vocera a la emisora Sputnik.
Asimismo comentó que fue claro que las autoridades de Letonia “no dejarán en paz” al periodista.
El 5 de enero trascendió que Kasem, quien tiene nacionalidad letona, fue detenido por una presunta evasión de las sanciones de la Unión Europea (UE) y sospechas de espionaje en la capital de Letonia, Riga, a donde volvió por motivos familiares a finales de diciembre.
Sin mencionar el apellido del sospechoso, el Servicio de Seguridad del Estado de Letonia aclaró el mismo día que la detención de “un empleado de la agencia Rossiya Segodnya” se llevó a cabo el 3 de enero en el marco de un proceso penal iniciado “por una posible vulneración de las sanciones de la UE”. Un tribunal ordenó que el periodista permanezca bajo custodia, por lo que fue trasladado a la Prisión Central de Riga.
El 6 de marzo la Justicia letona informó que Kasem permanecería bajo custodia en Riga al menos dos meses más.
El 27 de abril, Kasem fue liberado de la cárcel en Letonia bajo palabra.
Durante los últimos años, Kasem ha residido en Moscú y trabajado para la agencia Rossiya Segodnya (casa matriz de Sputnik), cuyo director general, Dmitri Kiseliov, está en la lista negra de la UE.
El Ministerio de Exteriores ruso acusó a Letonia de haber faltado a sus compromisos internacionales en materia de la libertad de expresión, protección de los derechos del periodista e inviolabilidad de los derechos y libertades. Además, recordó que Kasem había denunciado reiteradamente la persecución por parte de varios Estados bálticos.
A su vez, la misión de Rusia ante la ONU pidió al jefe de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Volker Turk, que preste atención al caso de Kasem.