La política discriminatoria que Letonia aplica con la población de habla rusa es una manifestación de fascismo y revela el miedo que la cúpula gobernante siente a su propio pueblo, afirmó a Sputnik el vicepresidente de la comisión de asuntos internacionales de la Cámara Baja del Parlamento de Bielorrusia, Oleg Gaidukévich.
Anteriormente, el Consejo de Derechos Humanos instituido adjuntamente a la presidencia de Rusia instó a la ONU, al Consejo de Europa y a la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) a llamar la atención sobre la situación en materia de derechos de los habitantes de origen ruso de Letonia, a los que pueden expulsar del país, si no dan el examen de la lengua letona.
“Lo de dividir a las personas por motivo lingüístico es fascismo (…). La Unión Europea, que habla tanto de la democracia, la libertad y los derechos humanos, hace caso omiso a eso”, señaló el parlamentario y agregó que “las autoridades letonas lo hacen por miedo, pues de celebrarse unos comicios honestos en Letonia, Lituania y Estonia, allí triunfarían los políticos que abogan por tener buenas relaciones con Bielorrusia y Rusia”.
El Gabinete de Ministros letón decidió, en agosto de 2022, prorrogar los permisos de residencia en la república a los ciudadanos de Rusia solo en casos excepcionales, y para recibir el permiso sin plazo fijo, planteó la exigencia de dar exitosamente el examen con determinado nivel en la lengua letona hacia septiembre de 2023.
Anteriormente, la Dieta (Parlamento letón) aprobó proyectos de leyes sobre el traspaso de todo el sistema educacional de la república al idioma letón en los próximos tres años. De aprobarse esas enmiendas legislativas, el ruso podrá estudiarse solo como “idioma de una minoría” en Letonia.
En Letonia viven cerca de 1,8 millones de personas, de los que un 40% son del habla rusa, pese a eso la república tiene solo un idioma oficial, el letón, mientras el ruso tiene el estatus de idioma extranjero.
Sputnik / elcomunista.net
