El Gobierno culminará en 2023 la integración del mayor conjunto de policías y guardias civiles en activo que ha tenido este país, hasta rondar los 156.000. La de aumento de personal es la inversión de la que más han sacado pecho este miércoles los distintos responsables de la cúpula de Interior, que han comparecido en el Congreso para explicar el capítulo 16 de los Presupuestos Generales del Estado, el dedicado al ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska.
En ese presupuesto, de 11.500 millones de euros, 491 millones -el 43% del incremento total- se invertirán en nuevos gastos de personal. “En 2023 España alcanzará el máximo histórico de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, ha remarcado el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, en su turno de explicación a los diputados de la Comisión de Interior. Se refiere a los más de 154.500 agentes activos en este momento y encuadrados en la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía, a los que durante el año próximo se incorporarán 4.700 nuevos efectivos.
A esa cifra habrá que restarle las bajas cuando se produzcan. La de altas es una previsión más concreta que la de bajas, sujeta a diversas variables. La tasa de reposición de esas plantillas durante 2023 será del 125%. Eso significa que “si se van 100, entran 125”, explica una fuente de la cúpula policial. Y supondrá también la incorporación de una media de nueve agentes nuevos cada día a las Fuerzas de Seguridad del Estado.
MÁS POLICÍAS Y GUARDIAS
La plantilla de Interior, uno de los ministerios con más personal (198.000 empleados públicos) fluctúa en directa relación con su tamaño. Entre tantas personas hay una alta posibilidad de variaciones por retiros, bajas, altas e ingresos. Pero hay una foto estadística estival que ayuda a fijar números: contaba en agosto pasado 69.500 policías y 81.092 guardias civiles.
A finales de 2023, el presupuesto de la Dirección General de Policía prevé que el número de policías habrá crecido hasta los 70.692, con la cobertura de 2.456 nuevas plazas de agente y 150 de inspector. Cuando acabe el año, habrá 7.535 policías más que los que prestaban servicio en 2018, según prevé el director general, Francisco Pardo Piqueras, que tiene dicho a los diputados de la Comisión de Interior: “Estoy más contento que una pita, como dicen en mi pueblo”.
La tasa de reposición en 2023 en la Guardia Civil será también la de la media del 125% de las Fuerzas de Seguridad del Estado; se prevé una incorporación de entre 1.900 y 2.100 nuevos agentes. A diferencia de la Policía, la Guardia Civil no habrá llegado en 2023 a su máximo histórico, pero lo rozará: había 82.692 guardias trabajando en 2011, antes de que empezara una etapa de crisis en la que, en un solo año llegaran a perderse 5.500 agentes en su plantilla; ocurrió en 2016.
El incremento de personal diseñado por el Gobierno va destinado no solo a la recuperación general de huecos en filas abiertos desde los recortes realizados por el gobierno Rajoy ante el impacto de la crisis de la burbuja. Hay previsión de dotaciones específicas por necesidades operativas. En el caso de la Policía Nacional, más de 11.000 efectivos estarán trabajando en 2023 en la lucha contra el crimen organizado que mana del narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar. En otro extremo de la seguridad pública, el Tráfico, la Guardia Civil aumenta de 8.954 a 9.068 los efectivos, con el objetivo puesto en llegar a 10.000.
MÁS SUELDO
El año 2023 será también el que mayor sueldo cobren de media los policías nacionales y guardias civiles. Distintos altos responsables de Interior -entre ellos María Gámez, directora general de la Guardia Civil, que lo ha resumido en el eslogan “más agentes y mejor pagados”-, han recordado en el Congreso el incremento salarial medio de los dos cuerpos estatales: una media del 38% desde 2018. En el caso del instituto armado, 3.197 millones de euros (107 millones más que en 2022) se presupuestan para personal, en unas cuentas totales de 3.672 millones para ese cuerpo en 2023.
Con el proceso de equiparación salarial -que estalló como reclamación de policías y guardias civiles durante los disturbios en Cataluña de otoño de 2017- los agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado han experimentado un 26% de incremento medio en sus nóminas entre 2019 y 2021 (27,3% en el caso de la Policía) , al que se unirá en 2023 el 9,5% de subida decidida para los trabajadores públicos.
El incremento salarial ejerce un efecto notable sobre las distintas ofertas de empleo, en las que crecen, aunque sigan siendo minoritarias, las candidaturas de mujeres. En la Policía esperan que a partir de 2023 se notará la reciente eliminación del requisito de talla mínima para el personal femenino. Esa mismo medida está aún en estudio en el caso de la Guardia Civil.
Las subidas de sueldo van parejas el próximo año en renovación de infraestructuras y equipos. Entre los más llamativos, el de los coches patrulla. La Policía renovará el renting de 1.827 coches K (los camuflados) y 1.442 coches Z (los rotulados), y la Guardia Civil prevé la compra de 1.809 vehículos nuevos y la renovación del renting para otros 1.600.
El de la movilidad de los agentes es un capítulo delicado en estos tiempos de guerra en Europa. Visto lo sufrido en 2022, los presupuestos de Interior prevén un aumento medio del gasto de combustible del 72%.