«En cuanto a Estonia y su proyecto de ley [para confiscar activos], catalogamos de maliciosa esa idea», declaró la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, en una comparecencia ante la prensa.
El 8 de septiembre trascendió que el Gobierno estonio elaboraba un proyecto de ley para legitimar la confiscación de las instalaciones industriales y otros activos de las compañías rusas en ese país pese a las garantías de la propiedad privada.
Zajárova indicó que esas intenciones «maliciosas» de confiscar bienes se registran también en otros países hostiles. La funcionaria enfatizó que Rusia tomará medidas de respuesta muy dolorosas para Estonia si se concretizan las amenazas de este país miembro de la OTAN.
El propósito de Estonia de hacerse con los activos de las compañías privadas, remarcó la portavoz diplomática, es parte de su política antirrusa y una maniobra para desviar la atención del escándalo que afecta a la primera ministra de ese país, Kaja Kallas.