
La mesa de negociación sigue bloqueada y desde las últimas huelgas de junio no habido ningún movimiento por parte de la Asociación de Hostelería de Bizkaia, «pese a que la última reunión fue en febrero». La Asociación de Hostelería de Bizkaia tiene una actitud completamente irresponsable y está llevando a las personas trabajadoras del sector a un callejón sin salida, en el que la movilización es la única alternativa posible para que se atiendan sus reivindicaciones.
Este convenio también afecta al sector de colectividades, un sector «precarizado», en el que la gran mayoría de las personas trabajadoras «son mujeres, con contratos precarios y jornadas parciales», así como con unas importantes cargas de trabajo.