Pepe Escobar.— Esta semana se sintió un tufillo a La montaña mágica’ de Thomas Mann en la 20ª reunión anual de Valdai efectuada en las hermosas alturas de Krasnaya Polyana al noroeste de Sochi.
Versión completa de la intervención de Vladímir Putin en el Foro de Valdái
Pero en lugar de sumergirnos en la atractiva comunidad de ideas de Mann ( en los Alpes suizos) en vísperas de la Primera Guerra Mundial, ahora vivimos una reunión repleta de nuevas y poderosas ideas manifestadas por una comunidad de intelectuales en la víspera de posible nueva Guerra promovida por la delirante psicopatía de los neoconservadores.
Y, por supuesto, en Sochi intervino Putin, golpeando a la primera sesión plenaria como un rayo.
Este es un Top Ten no oficial de su discurso:
“Incluso sugerí que Rusia se uniera a la OTAN. Pero no, la OTAN no necesita un país soberano como el nuestro (…) Al parecer, el problema son los intereses geopolíticos y una actitud arrogante hacia los demás”.
“Nunca iniciamos la llamada guerra en Ucrania. Estamos tratando de ponerle fin”.
«En el sistema internacional, la anarquía reina de manera suprema».
“Esta no es una guerra territorial. La cuestión es mucho más amplia y fundamental: se trata de los principios sobre los cuales se construirá un nuevo orden mundial”.
«La historia de Occidente es la crónica de una expansión sin fin y , además de una enorme pirámide financiera».
“Cierta parte de Occidente siempre necesita un enemigo. Lo necesitan para preservar el control interno de su sistema”.
“Quizás [Occidente] debería controlar su arrogancia”.
“ La era de dominación occidental ya pasó. Nunca volverá”.
“Rusia es un estado-civilización distinto”.
“Nuestra comprensión de la civilización es diferente. Primero, hay muchas civilizaciones. Y ninguno de ellas es mejor o peor que otro. Son iguales, todas son expresión de sus culturas, sus tradiciones, sus pueblos. Cada civilización es diferente”.
En el camino hacia la “multipolaridad asincrónica”
El título de Valdai 2023 fue denominado, apropiadamente, «Una multipolaridad justa». Los ejes clave de discusión se presentaron en un informe provocativo y detallado . Fue como si el informe hubiera preparado el escenario para el discurso de Putin y sus respuestas a las preguntas del plenario.
El concepto de multipolaridad en el espacio ruso fue articulado por primera vez por el difunto Yevgeny Primakov a mediados de los años noventa. Ahora, el camino hacia la multipolaridad se basa en la política de “paciencia estratégica” del Ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov.
En una cornucopia entrecruzada de Estados-nación, bloques más grandes, bloques de seguridad y bloques ideológicos históricos, ahora estamos inmersos en mega- alineamientos, incluso cuando el Occidente político cultiva sus ambiciones universalistas.
El “no bloque” euroasiático es de hecho un nuevo alineamiento, al igual que el revitalizado Movimiento de Países No Alineados (NOAL), que encuentra su expresión en el G77 (en realidad formado por 134 naciones).
El camino ideal a seguir podría ser el horizontalismo – en el sentido de Deleuze-Guattari – donde tendríamos 200 Estados-nación iguales. Por supuesto, el Occidente colectivo hará lo imposible para impedirlo.
Andrey Shushentov, decano de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad MGIMO, propone la noción de “multipolaridad asincrónica”. Radhika Desai, de la Universidad de Manitoba, propone la “pluripolaridad”, tomando prestado una idea de Hugo Chávez.
El riesgo, como lo expresó el politólogo turco Ilter Turan, es que al intentar construir una réplica del sistema actual a través, por ejemplo, de los BRICS 11, podamos estar corriendo hacia un sistema paralelo que simplemente no puede organizarse como líder de un Nuevo orden. Por tanto, un resultado claramente posible es un sistema bipolar, dado la casi imposible convergencia de Estados totalmente diferentes.
Al mismo tiempo, la perspectiva del sudeste asiático, expresada por el presidente de la Academia Diplomática de Vietnam, Pham Lan Dung, apunta a lo realmente es relevante para los países medianos y pequeños: “todo debe construirse sobre la base de la amistad Sur-Sur”.
El banco BRICS: es complicado
En uno de los paneles sobre los BRICS como prototipo de una nueva arquitectura internacional, la estrella fue el economista brasileño Paulo Nogueira Batista Jr, quien aprovechó su vasta experiencia anterior en el FMI y ahora como vicepresidente del NBD (el Banco BRICS) para hacer una presentación realista .
El problema clave del NBD es cómo mantener la unidad mientras navega por un mar de política contingente y alcanza paulatinamente las próximas etapas de desdolarización .
Batista explicó porqué una nueva arquitectura financiera internacional puede implicar una futura moneda común. Destacó el éxito de dos experimentos prácticos: un fondo monetario BRICS (llamado Acuerdo de Reserva Contingente) y el banco multilateral de desarrollo, el NDB.
Sin embargo, el progreso “ha sido lento”. El fondo monetario BRICS “ha sido congelado por los cinco Bancos Centrales” y debe volver a funcionar y ampliarse. Los vínculos con el FMI “deben romperse”, pero esto provoca una “feroz resistencia” por parte de los cinco bancos centrales de los países BRICS (y pronto serán 11).
Darle un giro al NDB será una tarea de Sísifo. El desembolso de los préstamos y la ejecución de los proyectos han sido demasiado “lentos”. El dólar estadounidense “es la unidad de cuenta del banco”, lo que en sí mismo es contraproducente.
El NBD está lejos de ser un banco global: hasta ahora sólo se han adherido tres países. La actual presidenta del NBD, Dilma Rousseff, tiene sólo dos años para cambiar la situación.
Batista contó que la idea de la moneda común surgió por primera vez de Rusia y fue adoptada instantáneamente por Lula cuando era presidente de Brasil en la década de 2000. El concepto R5 (las monedas de los cinco miembros actuales del BRICS) puede perdurar; pero ahora habrá que ampliarlo a R11.
El primer paso sustancial a seguir, después de renovar el NDB, debería ser una moneda de un banco emisor respaldada por bonos garantizados por los países miembros, libremente convertibles, con swaps de divisas denominados en R5.
Una perspectiva probable es que Rusia designe al próximo presidente del banco a partir de 2025. Por tanto, el camino a seguir depende sustancialmente de Rusia y Brasil, enfatizó Batista. En la cumbre BRICS 11 que se celebrará el año próximo en Kazán, en el suroeste de Rusia, “debería tomarse una decisión clave”. Y durante la presidencia brasileña de los BRICS en 2025, “deberían anunciarse los primeros pasos prácticos”.
Buscando una nueva universalidad
Casi todos los paneles del Foro Valdai se centraron en cómo desarrollar un sistema alternativo, pero los dos temas principales fueron inevitablemente la falta de democracia en las instituciones internacionales actuales y la militarización del dólar estadounidense. Batista observó correctamente cómo los propios Estados Unidos son el principal enemigo del dólar cuando lo utiliza como arma .
En la sesión de preguntas y respuestas, Putin abordó la cuestión de los corredores económicos. Ante la pregunta: ¿la BRI y la Unión Económica Euroasiática (UEEA) tienen intereses diferentes?, respondió: “ Eso no es cierto. Son armoniosos y se complementan. Ambas iniciativas se orientan a asegurar nuevas rutas logísticas y encadenamientos industriales”, y todo ello es “complementado con el sector productivo real”.
Otro gran tema de cara al futuro, es la necesidad apremiante de acuñar una nueva terminología para la nueva “universalidad” emergente, incluso cuando las naciones continúan comportándose siguiendo sus intereses nacionales.
Lo que está claro es que la «universalidad» del Occidente colectivo ya no es válida. Un notable panel sobre «La civilización rusa a través de los siglos» mostró cómo la noción de «universalidad» realmente entró en la civilización occidental a través de San Pablo, mientras que el concepto de «universalidad» de la India es una noción de equilibrio mucho más apropiada para estos tiempos.
Aún así, ahora estamos en un interesante debate sobre la noción de “estado-civilización”, tal como lo entienden principalmente India, China, Rusia e Irán .
Pierre de Gaulle, nieto del icónico general francés amplió la noción gala de universalidad, encarnada en el eslogan “liberté, egalité, fraternité”, que hoy no es exactamente defendido por el macronismo. Destacó que él era el “único representante de Francia” en el Foro Valdai (sólo un puñado de académicos europeos vinieron a Sochi).
Pierre de Gaulle recordó que Saint Simon era rusófilo y que Voltaire mantenía correspondencia con Catalina la Grande. Aludió a los profundos vínculos culturales franco-rusos; una “comunidad de intereses compartida”; y “el vínculo del cristianismo”.
En contraste, lo que es más importante: “Estados Unidos nunca aceptó que Rusia se desarrollara bajo un modelo diferente”. Y ahora esto queda ilustrado por “lo poco que las élites intelectuales occidentales de hoy saben sobre Eurasia”.
El nieto De Gaulle enfatizó que “el trágico error es ver a Rusia con ojos occidentales”. Invocó a Dostoievski cuando lamentó la actual “destrucción de los valores familiares” y el “vacío existencial inherente al proceso de fabricación del consentimiento”. Se comprometió a “luchar por la independencia”, como su abuelo, bajo el sello de “la fe, la familia y el honor”, y subrayó que “hay que repensar Europa”, invitando a “los especuladores de la guerra a venir a Rusia”.
La cima de la colina: ¿catedral o fortaleza?
Más allá de Valdai, y especialmente durante el año 2024 – cuando Rusia ostentará la presidencia de los BRICS-, habrá muchos más debates sobre los “polos” de las civilizaciones antiguas. Una amplia coalición de estados que apoyan la multipolaridad no apoya el concepto de “civilización”; en cambio, apoyan la noción de soberanía popular.
Le correspondió a Dayan Jayatilleka, ex embajador plenipotenciario de Sri Lanka en Rusia, presentar una formulación brillante.
Mostró cómo Vietnam enfrentó con éxito una guerra contra la potencia hegemónico “utilizando 5.000 años de civilización vietnamita”. Ese fue realmente “un fenómeno internacionalista, Ho Chi Minh tomó sus ideas de Lenin, al tiempo que contaba con el pleno apoyo de los estudiantes de Estados Unidos y Europa”.
Por lo tanto, Rusia podría aprender de la experiencia vietnamita para conquistar los corazones y las mentes de los jóvenes de Occidente en su búsqueda de la nueva multipolaridad.
Para la abrumadora mayoría de los analistas de Valdai está claro que el concepto de civilización rusa es un “desafío existencial” para el Occidente colectivo. Especialmente porque incluye, históricamente, la universalidad radical de la Unión Soviética. Ahora es el momento de que los pensadores rusos trabajen duro para perfeccionar el imperioso aspecto internacionalista.
A Alexander Prokhanov propuso otra formulación sorprendente. Comparó el sueño ruso con una catedral en la cima de una colina, mientras que el sueño anglosajón es una fortaleza en la cima de una colina, sometida a una vigilancia constante. Y si te portas mal, “recibirás unos cuantos Tomahawks ”.
La conclusión: “Siempre estaremos en conflicto con Occidente”. ¿Así que cuando hablé extraoficialmente con Sergey Karaganov -uno de los fundadores de Valdai -me confirmó : “el futuro está en el Este”
Y fue Karaganov quien planteó la pregunta más desafiante a Putin. Hizo hincapié en que la disuasión nuclear ya no funciona. Entonces, ¿deberíamos reajustar el umbral nuclear?”
Putin respondió: “Conozco muy bien su posición. Permítame recordarle que la doctrina militar rusa tiene dos razones para el posible uso de armas nucleares. La primera es si se utilizan armas nucleares contra nosotros, entonces responderemos como represalia. Y la respuesta será absolutamente inaceptable para cualquier agresor potencial. Porque desde el momento en que se detecta el lanzamiento de un misil, sin importar de dónde venga -en cualquier lugar de los océanos del mundo o de cualquier territorio- responderemos con un ataque de represalia, con cientos de nuestros misiles que ningún enemigo podrá sobrevivir ”.
La segunda razón es “una amenaza existencial para el Estado ruso incluso si sólo se utilizan armas convencionales”.
En realidad, tras las palabras de Putin había un mensaje velado para los personajes cuyo sueño es la “victoria” mediante un primer golpe nuclear contra Rusia: “ No existe ninguna situación en la que algo pueda amenazar la existencia del Estado ruso. Ninguna persona en su sano juicio debería considerar el uso de armas nucleares contra Rusia”.
Al final no entiendo..O es que ganemos la guerra porque nuestra civilización es la más grande o es porque, si no, vamos a quemar el mundo con nuestra arma nuclear. Parece que es lo mismo. Lo veo al presidente Putin muy alegre. Habrá razones, las cosas son como son. Personalmente soy muy pesimista, no veo nada bueno en el futuro.