“Actualmente, en Gaza no hay agua, ni pan, ni alimentos. Todo esto va en contra de los derechos humanos. ¿Dónde está Occidente? ¿Está tomando allí alguna medida?”, afirmó el líder turco en un discurso pronunciado en Ankara.
En la mañana del 7 de octubre, el movimiento palestino Hamás lanzó un ataque sin precedentes contra Israel desde la Franja de Gaza. El Ejército israelí informó de miles de cohetes disparados desde el enclave y la infiltración de decenas de palestinos armados en las zonas fronterizas del sur de Israel.
En respuesta al ataque sorpresa de Hamás, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaron la Operación Espadas de Hierro. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en su primera declaración pública sobre el ataque palestino, declaró que el país “está en guerra”. En las primeras cuatro oleadas de ataques aéreos, Israel lanzó unas 2.000 municiones y más de 1.000 toneladas de bombas sobre Gaza.
El 9 de octubre, Israel impuso un bloqueo total a la Franja de Gaza, cortando los suministros de electricidad, combustible, alimentos y agua.
Según los últimos datos disponibles, la escalada de violencia ha causado más de 1.300 muertos y más de 3.300 heridos en Israel, a los que se suman más de 1.400 muertos y más de 6.200 heridos en Gaza, así como entre 100 y 150 personas, tanto militares como civiles, secuestradas durante el ataque en territorio israelí y retenidas como rehenes en el enclave palestino.
Además, la nueva espiral del conflicto ha desplazado a unos 339.000 gazatíes hasta ahora, según un informe publicado por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).