Esmirna-Turquía, 20-10-2023 (Redacción TP).- El Partido Comunista de Venezuela denunció este sábado el programa de ajuste neoliberal y la política antiobrera del Gobierno de Nicolás Maduro en el Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros que se celebra en Esmirna, Turquía.
El Secretario de Relaciones Internacionales del PCV, Héctor Alejo Rodríguez, dio detalles -ante más de 120 delegados de 68 partidos de todo el mundo- sobre la política de destrucción del salario y criminalización de las luchas obreras y populares que ejecuta el Gobierno del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Rodríguez también denunció ante el cónclave del movimiento comunista internacional la judicialización del PCV; el robo de su personalidad jurídica y la entrega de la tarjeta electoral a un puñado de mercenarios al servicio del PSUV.
A continuación, presentamos el texto integral de la intervención del PCV en el 23° Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros:
Estimados camaradas, ante todo, queremos transmitirles el saludo solidario del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV), a todas las delegaciones de los Partidos Comunistas y Obreros presente en esta importante reunión, y muy particularmente, saludar y agradecer a los camaradas del Partido Comunista de Turquía por la hospitalidad y por sus esfuerzos en la organización exitosa del 23 EIPCO.
Estamos realizando este Encuentro en momentos muy complejos para nuestras luchas. La intensidad de la crisis capitalista está llevando al límite las contradicciones entre las potencias y países capitalistas. En definitiva, la guerra, el armamentismo, las sanciones, las tensiones fronterizas y los conflictos bélicos de diferentes escalas, son la manifestación más violenta y abierta de la competencia entre las naciones capitalistas por el control de mercados.
La agresividad imperialista está además marcada por la resistencia que ejercen potencias tradicionales como Estados Unidos, la Unión Europea, y su brazo armado, la OTAN, ante su creciente pérdida de hegemonía.
Estos choques de intereses, se reflejan también en el desarrollo de agrupamientos de países capitalistas emergentes que presionan por cambios en las reglas que rigen las relaciones políticas y comerciales surgidas de la posguerra. Lo que realmente subyace a la apariencia del choque entre supuestos polos “antagónicos”, es la lucha internacional entre expresiones nacionales del capital mundial, por condiciones más equitativas para la explotación de la fuerza de trabajo mundial y el reparto de la riqueza global. Por ello, alertamos sobre el resurgimiento de la ilusión de un capitalismo humanizable, producto de un cambio en las relaciones de poder entre las naciones capitalistas.
Mientras el progresismo distrae a los pueblos con estos juegos geopolíticos y la esperanza de un orden capitalista más democratico y humano, la cruda realidad es que el capital mundial acelera su cruzada internacional contra los derechos de la clase trabajadora.
Los Estados capitalistas en general, profundizan las políticas antiobreras dirigidas a cargar todo el peso de la crisis sobre los hombros de los trabajadores. Se destruyen conquistas históricas, se incrementan las edades de jubilación, se congelan los salarios, se avanza en políticas de desregulación laboral, se privatizan derechos fundamentales, y se aprueban impuestos regresivos.
En cada país, los Partidos Comunistas y el movimiento obrero clasista, participan y lideran importantes luchas de resistencia contra la aplicación de estas políticas antipopulares. Sin embargo, la ausencia de una estrategia mundial común y la fragmentación internacional de las luchas, debilitan la capacidad de nuestro movimiento para vencer la arremetida internacional del capital.
La situación en Latinoamérica y El Caribe
En la región latinoamericana y caribeña se reflejan los cambios en las relaciones de poder que sacuden el mundo. Estados Unidos ha perdido parte considerable de su hegemonía económica, aunque conserva su amenazante presencia militar y sostiene su política injerencista.
En estos momentos, la región vive una nueva oleada de gobiernos denominados progresistas. Ciertamente estas victorias electorales están relacionadas con un despertar de luchas populares en la región, sin embargo la mayoría de estos gobiernos llegan en el marco de alianza política-electoral muy amplias que le imprimen un perfil más claramente conservador.
Luego de 20 años, el progresismo latinoamericano ha demostrado sus límites de clase. En algunos países, pasaron de ser la expresión de las reformas sociales para personificar la aplicación de agresivos ajustes antipopulares. En otros, la alternancia entre el progresismo y la derecha tradicional en el ejercicio de gobierno, con sus gestiones antipopulares e incapacidad para cumplir sus promesas de cambios, han creado condiciones para el auge de peligrosas fuerzas ultraliberales y ultranacionalistas.
¿Qué pasa en Venezuela?
En Venezuela se profundiza la tendencia liberal y antiobrera del gobierno de Nicolas Maduro. Sobre la base de un pacto de élites y la implementación de un ajuste económico antipopular a la medida del capital privado nacional y extranjero, se avanza en un proceso de flexibilización y levantamiento progresivo de las sanciones criminales imperialistas.
Desde el PCV hemos sido firmes en nuestra condena de las sanciones y la injerencia imperialista. Tanto ayer como hoy, exigimos su levantamiento inmediato sin ningún tipo de condicionamientos, y seguimos llamando a los partidos a sostener las campañas de denuncias y el ejercicio de la solidaridad con el pueblo de Venezuela.
El paquetazo antiobrero y antipopular Es el pueblo trabajador quien en definitiva paga las consecuencias de la crisis y las sanciones imperialistas; no la burguesía, ni la élite gobernante.
El giro neoliberal del gobierno tiene en su centro la destrucción de los derechos de la clase trabajadora. Desde el último incremento salarial ocurrido hace 18 meses, el poder adquisitivo del salario real se ha deteriorado en un 90%. El salario mínimo legal y las pensiones, apenas llegan a 3 dólares al mes, debido a una criminal política de congelamiento de los salarios en medio de una inflación interanual que rebasa los 400 %.
En su absoluta subordinación a los intereses del empresariado, el gobierno ha profundizado la política de bonificación del ingreso de los trabajadores. Al sustituir los salarios por bonos, derechos como las prestaciones sociales y ahorros han sido prácticamente eliminados, ampliando los márgenes de ganancias de las empresas capitalistas.
Esta política salarial antiobrera, incide además en el avance de la desregulación del mercado laboral, favoreciendo la imposición de condiciones de sobreexplotación de la fuerza de trabajo. La destrucción de los derechos de la clase trabajadora en Venezuela, no son hechos accidentales, son condición del plan de recuperación económica acordado entre el gobierno y las federaciones empresariales.
El gobierno ha respondido al despertar de las luchas obreros-sindicales con persecución, represión, y judicialización selectiva. Se registran más de 100 casos de trabajadores judicializados por luchar por derechos laborales y muchos de ellos permanecen aún injustamente detenidos. Reiteramos nuestra demanda de libertad para los trabajadores presos y el cese de la represión y judicialización de las luchas obreras en Venezuela.
La judicialización del PCV
La arremetida contra la clase obrera ha significado también la imposición de restricciones a las libertades sindicales y al ejercicio de su derecho democratico a organizarse en partidos políticos legales.
La intervención judicial del Partido Comunista de Venezuela, consumada el pasado 10 de agosto a través de la ilegal sentencia N° 1.160, se corresponde con este objetivo de desarmar a la clase trabajadora de instrumentos de lucha en medio de la brutal ofensiva contra sus derechos.
Sobre el asalto judicial del PCV, es importante que los Partidos Comunistas y Obreros del mundo conozca lo siguiente:
1. El PCV no se ha dividido, el partido de gobierno, PSUV, realizó un montaje con falsos militantes con el fin de justificar el asaltó judicial;
2. La sentencia judicial N° 1.160 es totalmente ilegal porque se fundamenta en una demanda introducida por un grupo de personas que al no ser militantes del PCV, no tienen cualidad jurídica para actuar en nombre de nuestra organización, y por tanto, viola la Leyes y Constitución de Venezuela;
3. la Sala Constitucional del Tribunal negó al Partido Comunista de Venezuela el derecho constitucional a la defensa, ignorando el escrito de defensa y pruebas que presentamos, violando de manera flagrante el estado de derecho y el debido proceso;
4. Finalmente, el Tribunal designó una Junta Interventora integrada por siete (7) personas no militantes del PCV, desconociendo ilegalmente el Comité Central electo por el XVI Congreso del PCV.
Como se puede ver, la sentencia 1.160 es una completa aberración jurídica. Estamos frente a un ejercicio autoritario del poder estatal que responde al plan de fuerzas anticomunistas en el gobierno dirigidas a destruir al Partido Comunista de Venezuela.
La judicialización del PCV tiene una finalidad clara: destruir la resistencia clasista de los trabajadores al ajuste anti-popular, debilitar las luchas por salarios y reivindicaciones laborales, e impedir el fortalecimiento de una alternativas revolucionaria a los dos bloques de la burguesía responsable del desastre nacional; los que ahora acaban de suscribir un pacto con la bendición del imperialismo estadounidense.
Al asaltar al PCV, el gobierno del PSUV pretende violentar nuestro derecho democratico a participar en las elecciones presidenciales del 2.024 y las parlamentarias del 2.025. La burguesía pretende secuestrar los futuros procesos electorales para la participación exclusiva de sus partidos, negándole alternativas a la clase trabajadora venezolana.
Queremos agradecer a los Partidos Comunistas y Obreros sus muestras de solidaridad, y les invitamos a sostener una campaña internacional para exigir que sea revocada la ilegal sentencia N° 1.160 y para que se restituyan los derechos legales y democráticos a la verdadera militancia del Partido Comunista de Venezuela.
Finalmente, queremos expresar nuestra solidaridad con las luchas del pueblo palestino, por su derecho a la autodeterminación, el retorno de los refugiados palestinos a sus tierras y el fin de la ocupación sionista.
¡Viva Palestina Libre!
¡Viva el Internacionalismo Proletario!
