El primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu, reiteró el sábado que “no habrá alto el fuego” en Gaza, y que Israel está determinado a mantener el control sobre la asediada Franja de Gaza.
Netanyahu insistió en la narrativa de que “si queremos la paz, debemos erradicar a Hamás”, al tiempo que aseguró que Israel sigue firme en su idea de mantener su presencia militar sobre Gaza y tener su control “desde una perspectiva de seguridad”, ante lo que “la guerra avanza con toda la fuerza y un objetivo: ganar”.
“En cuanto al día después, esto no llegará hasta que se erradique a Hamás”, detalló Netanyahu, que además añadió que Israel no renunciará a su control de seguridad de la Franja “bajo ninguna circunstancia”.
👶Infants at Al-Quds Hospital are facing dehydration due to a shortage of breast milk alternatives.
الاطفال الرضع في مستشفى القدس يعانون من الجفاف بسبب انقطاع الحليب#Gaza#HumanitarianAid #AlQudsHospital #Humantarian_crisis pic.twitter.com/Grd5kdA1Rb
— PRCS (@PalestineRCS) November 11, 2023
En ese sentido, puntualizó que el Ejército sionista sigue “utilizando fuego agresivo desde el aire y desde tierra”, y remarcó que el cese el fuego que cada vez se pide más desde más sectores de la comunidad internacional no será posible.
Exigió que los países de la comunidad internacional “deben enfrentarse a Hamás” y “no deben sucumbir a las presiones” de los que se oponen a la ofensiva sobre Gaza, que ya cumple 36 días.
Netanyahu confirmó que el Ejército amplió sus operaciones en lugares como el campo de refugiados de Al Shati, a línea de mar en la zona norte de la propia urbe de Gaza.
La guerra se cobrado más de 11.100 vidas palestinas y dejó al menos 28.000 heridos. Entre las víctimas mortales hay más de 8.000 mujeres y niños, informó el sábado la Oficina de Comunicación del Gobierno de Gaza.
Justo esta jornada en una cumbre de emergencia celebrada en Arabia Saudí, los países árabes e islámicos pidieron el fin de la guerra y que Israel rinda cuentas por sus “crímenes masivos”.
Además, le exigieron también que aumente la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, afectado por falta de agua, comida, medicinas y combustible por un cerco casi total impuesto por Israel desde el inicio del conflicto.
La falta de suministros ocasiona que hospitales y centros sanitarios dejen de funcionar por lo que vidas civiles se pierden dentro de la Franja de Gaza.
A esto se suman denuncias palestinas de ataques y asedio por parte de las tropas israelíes sobre los principales centros sanitarios del norte y ciudad de Gaza, donde Israel asegura que Hamás esconde parte de su red de túneles e infraestructura militar.
