Nueve de cada diez peruanos desaprueban la gestión de la presidenta designada Dina Boluarte, así lo reveló la última encuesta publicada el domingo por la empresa Ipsos.
Según el estudio de opinión, la mandataria peruana obtuvo al inicio del mes una aprobación de apenas del 10 por ciento, cuatro puntos porcentuales menos que en octubre, alcanzando su nivel más bajo desde que asumiera la presidencia en diciembre pasado
Mientras, el índice de desaprobación de su gestión se ubicó en 83 por ciento, que sería el más alto en sus 11 meses de mandato.
Hoy en @peru21noticias , solo 10% de peruanos aprueba la gestión de Dina Boluarte. Y 31% de limeños aprueba la gestión de Rafael López Aliaga.
Mira todos los resultados de la encuesta Perú 21 – Ipsos aquí👇 pic.twitter.com/oPDrAkoT4X— Ipsos Perú (@ipsosperu) November 12, 2023
Por su parte la desaprobación del primer ministro, Alberto Otárola, también ronda el 90 por ciento y, al igual que la presidenta Boluarte, es su peor cifra desde que se encuentra en funciones.
De acuerdo al sondeo de opinión el 74 por ciento de los consultados desaprueba la gestión del primer ministro peruano.
74% de peruanos desaprueba la gestión de Alberto Otárola como Presidente del Consejo de Ministros, y 9% la aprueba. #IpsosPeru @peru21noticias pic.twitter.com/tqGnm7x8Ne
— Ipsos Perú (@ipsosperu) November 12, 2023
La desaprobación del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, llegó cerca del 70 por ciento, siendo la cifra más alta de rechazo desde el 1 de enero.
Los encuestados por Ipsos no escondieron tampoco su rechazo a la gestión, al presidente del Congreso, Alejandro Soto cuya desaprobación alcanza el 67 por ciento, tres puntos porcentuales más que en octubre.
El Parlamento también sufrió un ligero descenso en su aprobación al caer a 11 por ciento, dos puntos menos que el mes anterior.
Esta mujer autoproclamada, no es la presidenta del Perú. Cabe recordar que la “vacancia” que se decretó para cesar y secuestrar al auténtico presidente, el profesor rural y “rondero” Pedro Castillo, fue totalmente ilegal y no se ciñó tan solo a las normas básicas que rigen en el país.
Ergo, si la vacancia no fue legal, el presidente elegido democráticamente por el pueblo, sigue siendo el presidente Castillo.
Pero claro, la oligarquía nacional, impulsada por la trasnacional (especialmente gringa, que no les quita ojo a Latinoamérica).