A través de un mensaje presentado por el canciller Denis Moncada, a dos años de la decisión de Nicaragua de abandonar la OEA, el Ejecutivo sandinista calificó a esa organización como injerencista y un instrumento de intervención.
Añadió que materializa la extensión del poder y el injerencismo del Gobierno norteamericano contra la independencia, soberanía, bienestar, paz y seguridad de los pueblos del hemisferio.
En ese sentido, Moncada ejemplificó con varias agresiones en las que estuvo involucrada la OEA con el apoyo norteamericano como el derrocamiento del presidente Jacobo Árbenz en Guatemala en 1954 y la invasión contra Cuba por Playa Girón en 1961, entre otras acciones.
El jefe de la diplomacia nicaragüense expresó que los golpes de Estado legislativo son apoyados por la OEA, siguiendo directrices de Washington, y recordó que la falsedad de los informes electorales de ese foro fue la punta de lanza para el golpe en Bolivia contra el entonces presidente Evo Morales.
Al referirse a Nicaragua, reiteró la actuación injerencista de la OEA, transgrediendo los principios de no intervención en los asuntos internos respeto a la soberanía de los Estados y el derecho de los pueblos a elegir su propio destino, acciones demostradas aquí durante el intento de golpe fallido de 2018.
Reafirmó que Nicaragua no es colonia de ninguna potencia, y reivindicó la dignidad y el decoro nacional en legítima defensa de su independencia, soberanía y autodeterminación.
“Por esta razón, el Gobierno digno de Nicaragua, el 18 de noviembre de 2021 renunció a formar parte de ese Ministerio de Colonias, denunciando la Carta de la OEA”, subrayó.
Al respecto, enfatizó que la independencia, soberanía y la autodeterminación son derechos irrenunciables del pueblo y es su esencia identitaria, por lo cual es deber de los nicaragüenses preservarlos y defenderlos.
“Y lo hacemos con la frente en alto, con dignidad, con amor patrio, persistiendo en nuestra indeclinable decisión de hacer realidad, como hoy estamos haciendo, la denuncia efectiva de la Carta de la OEA, y hoy ya cesaron los efectos internacionales nocivos contra Nicaragua”, manifestó.
Por último, el canciller comentó que con este mensaje del Gobierno se cierra ese capítulo nocivo de la OEA, contribuyendo a la desaparición progresiva del hegemonismo unipolar, y fortaleciendo la multipolaridad en un mundo justo, equitativo, con paz, seguridad, estabilidad, desarrollo y progreso.