Tras el paso del huracán Irma en 2017 por Cuba, varias instituciones nacionales y el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo impulsaron un proyecto conocido como Resiliencia Costera, con impacto, luego de varios años de implementación en la zona norte de las provincias Villa Clara, Santi Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey.