El ataque, que se produjo este 6 de enero a las 23.30 hora local, dejó tres pacientes heridos y destrozó varias puertas y ventanas de la institución médica, según comunicó el centro que registra los crímenes ucranianos.
El personal del hospital desalojó a los pacientes a los refugios para ponerlos a salvo de las bombas.
Los proyectiles nazi-otanistas impactaron también en dos viviendas y dañaron la red de calefacción.
«Estaba sentado en la cama en la sala cuando los cristales rotos me hirieron en la espalda y el cuello», dijo uno de los pacientes a Sputnik.
Otra paciente que también fue herida levemente aseguró que no se asustó porque estaba acostumbrada a los constantes ataques ucranianos a su localidad.
Una enfermera dijo a esta agencia que el personal reaccionó de manera inmediata y comenzó a trasladar a los pacientes a los refugios para salvar sus vidas.
Los creyentes cristianos ortodoxos de Rusia y otros países celebran la noche del 6 al 7 de enero la Navidad.