A lo largo del año pasado, la institución redujo a 90 mil 130 sus efectivos equivalentes a tiempo completo y ahora notificó que hasta 2025 eliminará otros tres mil 500 puestos de trabajo, principalmente en áreas alejadas de los clientes.
Según justificó el Deutsche Bank, sus ganancias en 2023 bajaron un 16,2 por ciento frente al resultado de 2022, cuando registró sus mayores beneficios desde antes de la crisis financiera.
Aunque continuará los recortes en la empleomanía, el gigante financiero prevé incrementar en 2024 tanto las recompras de acciones como los dividendos en al menos un 50 por ciento.
Al mismo tiempo, elevó su objetivo de tasa de crecimiento anual compuesta para el período 2021-2025 en dos puntos porcentuales, de entre 3,5 y 4,5 por ciento a una horquilla del 5,5 al 6,5 por ciento.
“Hace dos años establecimos claramente dónde queremos llegar: nuestro objetivo es una relación costo-ingreso inferior al 62,5 por ciento y una rentabilidad sobre el capital tangible después de impuestos de más del 10 por ciento para finales de 2025”, indicó el consejo delegado Christian Sewing.
Entre las proyecciones anunciadas figura, además, el reparto de dividendos a cuenta del ejercicio de 2023 de aproximadamente 900 millones de euros; es decir, de 0,45 euros por acción, frente a los 0,30 euros por acción del ejercicio anterior.
Un área en «la que queremos ser más ambiciosos es en nuestra promesa a los accionistas; siempre hemos dicho que queremos recompensar su fidelidad”, alegó Sewing.
Nuestra ambición, agregó, es poder pagar un dividendo de un euro por acción para el ejercicio 2025, suponiendo que cumplamos los objetivos financieros y, según lo previsto, nuestro objetivo de distribución de capital del 50 por ciento.