El 23 de abril, los diputados del Parlamento Europeo, en una sesión plenaria en Estrasburgo, aprobaron prorrogar por un año, hasta junio de 2025, las importaciones libres de impuestos de mercancías de Ucrania, incluidos los productos agrícolas.
«Bruselas abandonó nuevamente a los agricultores, y por el momento no limita las importaciones de granos ucranianos (…). El Gobierno húngaro mantendrá la prohibición de las importaciones, impuesta a nivel nacional, y protegerá con todas sus fuerzas los intereses de los productores», indicó Istvan.
El ministro húngaro agregó que en los comicios a la Eurocámara del próximo 9 de junio es necesario elegir a nuevos líderes, que no pongan «los intereses de terceros países por encima de sus propios agricultores», y que sean capaces de «tomar medidas reales para proteger a los agricultores europeos».
La discusión de la propuesta de extender la importación libre de impuestos de bienes de Ucrania se llevó a cabo en el contexto de las protestas masivas de agricultores que persisten en diferentes países de la Unión Europea.
Los campesinos europeos exigen cambiar la política agraria europea, eliminar numerosas restricciones a los agricultores, incluidas las ambientales, y detener las importaciones incontroladas de productos extranjeros baratos.
El 27 de marzo, los representantes permanentes de los países miembros de la UE en una reunión en Bruselas acordaron una nueva versión de compromiso de la propuesta de la Comisión Europea (CE) de prorrogar por un año, hasta el 5 de junio de 2025, la importación libre de impuestos de mercancías de Ucrania.
El 4 de abril, el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, declaró que Budapest mantendría la prohibición de importaciones de productos agrícolas ucranianos a pesar de la presión de la UE.
En junio de 2022, la UE suspendió por un año los aranceles a las mercancías ucranianas con el fin de ayudar a Kiev a aumentar las exportaciones, y en mayo de 2023, prolongó la medida por un año más. Desde marzo de ese mismo año la UE facilitó la entrada de los cereales ucranianos que debían ser reexportados a terceros países, pero, debido a los problemas logísticos, la mayor parte de esos alimentos se quedaba en las naciones limítrofes con Ucrania.
La situación desató una crisis en el sector agrario de estos países, en particular en Polonia y Hungría, hasta que en enero de 2023, los dos Estados, tras fuertes protestas de sus granjeros, instaron a la UE a restablecer los aranceles de importación al maíz y otros productos ucranianos.