A juicio del jefe de Gobierno, necesitan evitar que los países de ese continente avancen hacia un conflicto, «Europa se prepara ahora para la contienda, cada día da un nuevo paso en el camino hacia el infierno».
En su consideración el envío de nuevas cantidades de dinero y armas a Ucrania, las conversaciones sobre el despliegue de armas nucleares en esa zona y el regreso del servicio militar obligatorio muestran que «el tren pro-guerra no tiene una parada final».
De acuerdo con el político húngaro, Budapest no permitirá que los jóvenes de esa nación sean enviados al frente.
En febrero último, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aludió a un debate con los mandatarios de algunos territorios miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), entre ellos Alemania, Dinamarca, los Países Bajos, Polonia y el Reino Unido, sobre el posible envío de militares al territorio ucraniano, si bien no se logró un consenso.
Estados integrantes de esa alianza militar como: Alemania, Bulgaria, Canadá, España, Estados Unidos, Finlandia, Polonia, la República Checa y otros, se negaron a enviar a sus soldados a Ucrania.
Como respuesta, Rusia subrayó que algunos países del bloque militar valoraron con sensatez el peligro potencial del plan de París.
Además, el ministro de Exteriores de la nación euroasiática, Serguéi Lavrov, advirtió que los estados occidentales con su apoyo a Ucrania, se están convirtiendo en parte del conflicto y cualquier cargamento con armas para Kiev pasará a ser un blanco legítimo para las Fuerzas Armadas rusas.