“El momento en que se produjo sucedió tres o cuatro semanas después del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, en el que el presidente boliviano Arce ocupó un lugar destacado en el evento principal con el presidente [Vladímir] Putin, [es importante]”, señaló Johnson, refiriéndose al intento de golpe. “Entonces, podría ser, este fue un intento de, nuevamente, crear algo de vergüenza adicional después de destronar a un tipo que estaba tan estrechamente asociado con el presidente Putin”.
“El hecho de que países como Bolivia y Brasil sean vistos creando alianzas con Rusia y China es rechazado por Washington, eso lo ve como un problema”, añadió, señalando que “la relación de Estados Unidos con los militares bolivianos viene de lejos”.
A pesar de eso, el analista argumenta que el deseo de Washington de “tener el control y no permitir ningún tipo de influencia externa” se remonta a la Doctrina Monroe.
“De hecho, la realidad es que la mayor parte de Centro y Suramérica no le importan a Estados Unidos, económica o militarmente”, dijo, argumentando que “todo esto es una cuestión de geopolítica”.
El miércoles 26 de junio, un grupo de militares bolivianos encabezados por el general Juan José Zúñiga —que la víspera fue destituido del cargo de comandante en jefe— intentó derrocar al gobierno de Arce. El intento de golpe, sin embargo, terminó en un fracaso y las autoridades arrestaron a Zúñiga.
