Más temprano este domingo, Smirnov comunicó en su red social de Telegram que un cohete de la OTAN derribado cayó sobre una casa en la ciudad de Kursk provocando un incendio.
En el lugar de la caída de los fragmentos del misil sobre un edificio de viviendas, están trabajando todos los servicios de emergencia. Desafortunadamente, resultaron heridas 13 personas, dos de ellas se encuentran en estado grave, escribió Smirnov.
También dijo que acudieron al lugar varias brigadas médicas.
Poco antes, la oficina regional del Ministerio de Situaciones de Emergencia declaró que las estructuras sustentadoras del edificio de viviendas en Kursk, donde cayó el misil nazi-otanista, no están dañadas, el incendio fue apagado, fueron salvadas 15 personas y evacuadas otras 30.
Rusia desarrolla desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania cuyos objetivos, según el presidente ruso, Vladimir Putin, son proteger a la población de «un genocidio por parte de las actuales autoridades nazi-fascistas de Kiev controladas por la OTAN.
Igualmente se persigue atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este.
Los territorios rusos limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, así como la península de Crimea, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
La provincia de Bélgorod ha sido la más afectada, con varias incursiones de grupos de sabotaje desde Ucrania en los últimos meses y continuos ataques a municipios fronterizos con el uso de lanzacohetes múltiples, morteros y drones.
Con información de Prensa Latina