Laura Mercedes Giráldez (Granma).— Recientemente, María Corina Machado, adjudicándose facultades del Poder Electoral, dijo a la agencia EFE que Edmundo González sería el nuevo Jefe de Estado y Comandante en Jefe de la Fuerza Armada en Venezuela, pero que eso dependía de la acción de «todos los venezolanos dentro y fuera del país».
Pero Corina no tuvo en cuenta que, de acuerdo con la Agencia de Inteligencia de Venezuela especializada en estudios de opinión pública, mercados y consultoría estratégica, el 60 % de los ciudadanos confía en los resultados del Consejo Nacional Electoral, lo que confirma que lo sucedido tras los comicios no fue una reacción autóctona del pueblo, sino una acción de la extrema derecha.
Como en años anteriores (2002, 2014, 2017 y 2019), la oposición más reaccionaria centró su embestida en provocar crímenes de odio consistentes en atacar y exterminar personas por su orientación política, además de dañar instalaciones sociales. Es un esquema que bien conoce Nuestra América.
En esta oportunidad, los orquestadores contaron con mayor apoyo logístico y mediático de Washington, e incluso de otros países y organismos, como denunció recientemente el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez.
Por otro lado, un artículo de The Wall Street Journal sugiere que, si Nicolás Maduro deja su puesto como presidente, EE. UU. podría ofrecerle una amnistía; texto que provocó reacciones diversas, destacándo la del exasesor de Seguridad Nacional del Gobierno de Donald Trump, John Bolton, al manifestarse escéptico ante la supuesta estrategia imperialista.
Así, en declaraciones para la cadena colombiana de radio, La FM de RCN, dijo: «No creo que Maduro preste atención a este esfuerzo. Él solo responde a la presión y a las sanciones. Es un hombre que robó las elecciones, y la idea que presenta The Wall Street Journal no va a tener ningún efecto».
Además, señaló: «Creo que la opción la tiene la oposición, para ver si logra una división en las fuerzas militares que permita algún avance en el país». Sabe, entonces, que a la conciencia popular no puede darle batalla.
En ese sentido, arremetió contra las políticas de Trump y Biden respecto a Venezuela, llamándolas «débiles». «Biden nunca debió haber levantado las restricciones contra Maduro», argumentó. A su vez, recordó que Trump, en su último año, «no adoptó una postura firme para respaldar a Guaidó».
¿Guaidó? ¿El que se autoproclamó presidente interino? Que mala costumbre la de EE. UU. de ayudar a personas con ínfulas de grandeza.
Finalmente, sobre el apoyo internacional, Bolton aseguró que era crucial acciones de los países occidentales para que Biden «imponga y refuerce sanciones», como única vía de presionar a Maduro, «que cuenta con el respaldo de Cuba, China y Rusia».
En tanto, a quienes empuñan sus armas o su dinero para desestabilizar a Venezuela, el líder bolivariano les llamó «militantes del odio», y convocó a los Poderes constitucionales a tener con ellos «mano de hierro y justicia certera y severa».
