El diplomático recordó que la justicia alemana declaró en busca y captura a un nacional de Ucrania presuntamente implicado en el ataque, pero supuso que «se dará carpetazo al asunto sin identificar a los verdaderos orquestadores», algo que Rusia considera intolerable.
«Hemos planteado que Alemania y demás países implicados cumplan con sus obligaciones derivadas de las convenciones de la ONU contra el terrorismo. Se han presentado las reclamaciones correspondientes en este sentido a nivel binacional, particularmente a Berlín. Estamos abogando por celebrar negociaciones de conformidad con los reglamentos internacionales», declaró Tiapkin.
El alto cargo de Exteriores añadió que Rusia decidirá los siguientes pasos «en función de la reacción de Occidente».
A mediados de agosto, los medios alemanes comunicaron que la Fiscalía federal emitió en junio una orden de arresto contra el instructor de buceo ucraniano Vladímir Z., residente en Polonia y sospechoso de estar involucrado en el sabotaje contra los gasoductos Nord Stream. Él niega su participación en los hechos.
Más tarde trascendió que se trata de un tal Vladímir Zhuravliov, de Kiev, cuyos presuntos cómplices eran los esposos Svetlana y Evgueni Uspenski.
Las autoridades polacas confirmaron hacer recibido de Alemania una orden europea de arresto en relación con Zhuravliov, pero no llegaron a ejecutarla porque el sospechoso se fue de Polonia a Ucrania a principios de julio.
El 26 de septiembre de 2022, tres de las cuatro líneas de los Nord Stream 1 y 2 fueron blanco de un sabotaje con cargas explosivas en el fondo del mar Báltico, cerca de una isla danesa y frente a las costas suecas.
Alemania, Dinamarca y Suecia se negaron a investigar el sabotaje conjuntamente con Rusia y compartir con ella los resultados de sus pesquisas.