Laura Mercedes Giráldez (Granma).— La manipulación en las actas publicadas en el sitio web resultadospresidencialesvenezuela2024, y no entregadas al Tribunal Supremo de Justicia por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, quedó al descubierto. Son tan burdas las irregularidades, que pueden ser detectadas por un elector común, lo cual nos hace dudar si se trata de un sector opositor serio o con Pat y Mat, «los chapuceros» de la serie animada checa.
La extrema derecha venezolana y quienes le siguen el juego al Gobierno de Estados Unidos piden con insistencia que Nicolás Maduro y el Consejo Nacional Electoral (CNE) publiquen las actas que tienen en su poder.
Sin embargo, los excandidatos González Urrutia, Antonio Ecarri y Enrique Márquez, y los miembros de la Alianza Plataforma Unitaria Democrática y las organizaciones políticas Alianza del Lápiz y Movimiento Centrados Para la Gente, no presentaron el material electoral solicitado para llevar a cabo la investigación.
Su opción fue publicar presuntas actas en un sitio web, cuyo dominio fue comprado a Amazon la víspera del sufragio. Tales documentos, publicados a partir del 30 de julio –se ha demostrado– presentan numerosas alteraciones.
IRREGULARIDADES DE LAS ACTAS DEL SITIO WEB
Como se explicó en otras ocasiones, muchas no cuentan con la firma de los testigos de las diferentes formaciones políticas ni de los operadores de las máquinas usadas en el proceso, aun cuando así lo estipula la Ley Orgánica del Sufragio y a Participación Política de Venezuela, en sus artículos 29, 171 y 172.
Por otra parte, en algunos de los casos que sí contienen las firmas de los integrantes de esas mesas electorales, están duplicadas.
Otras de las anomalías que empañan la autenticidad son tachaduras, sellos impresos sobre ellas o escaneos de huellas digitales que las ocultan; firmas planas; falta de concordancia entre el nombre impreso en el casillero y la firma correspondiente.
Además, en las actas debe aparecer un código QR que muestre la cantidad de votos que se obtuvo por cada partido, en el orden en que aparecen reflejados, y muchos fueron falseados a través de edición digital.
Los únicos elementos de codificación que no pueden ser manipulados y, por tanto, constatan la autenticidad de las actas de escrutinio son: el denominado hash, que se ubica en la parte superior de cada una y es único, irrepetible y sirve para identificarla en las bases del CNE; y la Firma Digital, la cual, posicionada en la zona inferior del documento, se genera entre la dirección mac de la máquina, o sea, un identificador que corresponde únicamente a ese dispositivo dentro de la red.
¿CÓMO SE MANIPULARON LAS ACTAS?
Los partidos de los aspirantes a la presidencia conocían, previo a la jornada comicial, las características de las máquinas que se usarían en la votación –recordemos que el sistema venezolano es automatizado y electrónico–, así como el modelo de acta, de ahí que sabían qué elementos podrían ser manipulados y cuáles no.
Con esa información, más datos de elecciones anteriores y qr que coincidiesen con ellos, así como las mesas donde posiblemente no ganarían, urdieron su plan.
Luego, eso revela por qué en los documentos que mostraron de manera digital, aparecen como votantes personas fallecidas o que se encuentran en países que no tienen relaciones con Venezuela, y, por tanto, no pudieron ejercer el sufragio.
Para hacer creíbles las firmas de los miembros de mesa, emplearon actas de iniciación o actas cero, que se imprimen antes de comenzar el proceso, para verificar que en cada mesa los candidatos comienzan con cero votos.
Si el CNE, el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar y los restantes siete excandidatos ya consignaron sus actas para el peritaje que dirige el tsj, ¿por qué persisten en no hacer lo mismo con las suyas? ¿Tan básica es la manipulación a sus documentos?
