Al actualizar la cifra de heridos, las autoridades explicaron que son nueve las personas hospitalizadas. Los primeros reportes hablaban de unos 30 lesionados.
El sospechoso que está bajo custodia -un estudiante de 14 años-, fue interrogado por la policía el pasado año en relación con «varias pistas anónimas sobre amenazas en línea para cometer un tiroteo en la escuela en un lugar y hora no identificados», enfatizó una declaración del Buró Federal de Investigaciones y la Oficina del Sheriff del Condado de Jackson.
Las amenazas a través de Internet incluían fotografías de armas, indicó la declaración, al añadir que el padre del presunto tirador fue entrevistado igualmente en ese momento y dijo que tenían armas de caza en la vivienda, pero que su hijo no tenía acceso a ellas sin supervisión.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, dirigió los recursos estatales disponibles para la emergencia e instó a «todos los georgianos a unirse a mi familia para orar por la seguridad de quienes están en nuestras aulas, tanto en el condado de Barrow como en todo el estado».
«No podemos seguir aceptando esto como normal», advirtió el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, luego de conocer acerca de la tragedia.
Biden expresó: «Lo que debería haber sido una alegre temporada de regreso a clases en Winder, Georgia, ahora se ha convertido en otro recordatorio horrible de cómo la violencia con armas de fuego continúa destrozando nuestras comunidades».
Los estudiantes de todo el país están aprendiendo a agacharse y cubrirse en lugar de leer y escribir -dijo el mandatario en un comunicado publicado por la Casa Blanca. “No podemos seguir aceptando esto como algo normal”, enfatizó.
Biden también pidió que el Congreso actúe y apruebe una prohibición de armas de asalto. Tras décadas de inacción, los republicanos en el legislativo “deben finalmente decir ‘ya basta’ y trabajar con los demócratas para aprobar una legislación de sentido común sobre seguridad de las armas”, añadió.
Al menos 385 tiroteos masivos ocurrieron en Estados Unidos en los que va de año, de acuerdo con datos del rastreador en línea Archivo de la Violencia Armada.
Esta crisis provoca que anualmente 100 mil estadounidenses resulten heridos con un arma de fuego. Más de 17 mil de ellos son niños y adolescentes de cero a 18 años.
El ataque de este miércoles en la secundaria Apalachee avivó el miedo y la angustia en Winder, una ciudad de unos 18 mil habitantes situada en las afueras de Atlanta.
Prensa Latina / CubaSí