Los activistas del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han conseguido, mediante reiteradas protestas, obligar a la universidad a poner fin a su cooperación pro israelí con el fabricante de armas estadounidense Lochheed Martin.
Los activistas anunciaron el sábado su triunfo, atribuyéndolo a las manifestaciones que llevan realizando contra la cooperación desde el 7 de octubre, cuando el régimen israelí inició una guerra genocida en la Franja de Gaza con un enorme apoyo político y militar por parte de EEUU.
“A partir de hoy, y debido a la presión de los estudiantes y científicos del MIT, la universidad ha interrumpido el Fondo Semilla Lockheed Martin y no tiene previsto renovarlo”, afirmaron.
Al explicar el motivo de su sostenida presión que llevó al cierre del fondo, los activistas mencionaron que la empresa, que es uno de los mayores fabricantes de armas del mundo, había vendido varios miles de millones de dólares en armas al régimen del “apartheid” y “se benefició de la guerra genocida en Gaza”.
Como ejemplo, citaron el hecho de haber suministrado al régimen misiles de precisión Hellfire, aviones de guerra y artillería pesada.
El régimen ha utilizado las armas para “destruir la sociedad palestina en Gaza durante el año pasado: sus escuelas, hospitales, universidades, lugares sagrados e infraestructura vital, matando directamente a decenas de miles de palestinos y expulsando a millones en el proceso”, señalaron los activistas.
Lockheed Martin también ha permitido que el régimen de “extrema derecha y fanático” del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, dirija “campos de tortura” para palestinos, como el tristemente célebre centro de detención del régimen en Sde Teiman, e “imponga un régimen de apartheid” en la Cisjordania ocupada.
Los estudiantes y científicos prometieron mantener la presión hasta que la universidad también ponga fin a otros tipos de colaboración en materia de investigación con el ejército israelí, incluidas sus asociaciones con Elbit Systems, el mayor fabricante de armas del régimen, y Maersk, la compañía naviera danesa que transporta armas para el ejército.
Los activistas pro palestinos han aumentado la presión sobre los gobiernos, las empresas y las universidades de sus países para que corten sus vínculos con el régimen desde el inicio de la guerra que hasta ahora se ha cobrado la vida de al menos 41.182 personas, en Gaza en su mayoría mujeres y niños.
Press TV / Al Manar