Juan J Sánchez (Unidad y Lucha).— Todo proceso de unidad, encabezado o orientado por partidos y/o sindicatos, tiene sus características que se expresan en la composición orgánica, ideológica y política y como no puede ser de otra forma en la concepción teórica, estratégica y táctica que cada actor presente en dicho proceso de unidad atesora o pretende.
Como ha quedado demostrado en la historia del movimiento obrero y sindical, no hay procesos sin dificultades, no hay proyectos de unidad sin contradicciones. Estas dificultades que van surgiendo en el camino del proyecto de construcción revolucionaria de unidad de la clase obrera, se deben abordar desde la más rigurosa interpretación Leninista. Tendremos en cuenta las multitudinarias circunstancias que dificultan la puesta en marcha de proyectos, que hoy vuelven a ser recuperados desde la dificultades propias y ajenas. La principal de las dificultades es que nos encontramos ante una situación de atomización ideológica de amplios sectores del proletariado y masas obreras. Esta situación transitoria de pérdida de ideología vuelve a situar a la clase obrera en una posición de consideración de clase en sí. No nos detendremos, por manifiesta falta de espacio, a desarrollar los aspectos más profundos de la teoría de Marx sobre la pérdida de identidad de clase, pero sí aconsejamos la lectura de esta teoría como de las demás del socialismo científico. Y a través del estudio de los clásicos, así como de todo el acervo histórico de la lucha de clases, debemos comprender que las dificultades no podrán ser excusa para mantener posiciones políticas que, alimenten la actual división de las escasas fuerzas. Todo lo contrario, es nuestro deber histórico trabajar para superar todas y cada una de las dificultades que se presenten.
En sí y para sí, conceptos que determinan el grado de madurez del proletariado y masas obreras. Podríamos creer que, tras varios siglos de desarrollo de las fuerzas productivas, bajo poder del capital, millones de obreras y obreros en el estado español han adquirido conciencia para sí. Podemos constatar que, este proceso de adquisición de conciencia de clase por parte de la clase trabajadora ha tenido sus periodos, en los que la conciencia y/o cultura proletaria acumuló muchas fuerzas y pudo variar la correlación de fuerzas capital/trabajo, también ha tenido periodos de estancamiento en los que la burguesía que, por cierto, esta parece que, sí ha entendido ser clase para sí, ha ido venciendo.
En algunos de esos periodos de auge de la lucha de clases en los que las masas obreras variaron la balanza a su favor, periodos dirigidos por la vanguardia Marxista Leninista, se avanza en la conciencia ideológica. Lamentablemente, hay una serie de hechos políticos en la historia de la lucha de clases, largos de enumerar hoy, pero si podemos situar uno fundamental, que es la traición de los dirigentes de las llamadas organizaciones de ¨izquierdas¨, políticas y sindicales, tales como PCE-eurocomunista, CC. OO., como de algunos más, que desde un “revolucionismo” extremo han confundido toda la construcción dialéctica de los procesos revolucionarios. Estos hechos sitúan a las masas obreras en una posición de debilidad ante las acometidas violentas del Capital
Y con estas realidades, poco desarrolladas en este artículo, pero sí muy desarrolladas en los análisis publicados por el PCPE, nos situamos en este momento concreto que nos toca vivir, y no en otro, en el que pensar que organizar a las masas obreras es un camino sin dificultades y ¨sacrificios¨, es más un deseo que una realidad científica.
Desde el mismo nacimiento allá por el 15 de enero de 1984, el PCPE nunca ha dejado de trabajar en este necesario proyecto de unidad de la clase, son mas de 40 años de experiencias teóricas y prácticas que han determinado y posibilitado el poder abordar esta obra desde posiciones científicas y no desde posiciones o actitudes erróneas de considerar que nuestro proyecto está ya acabado. Este jamás estará acabado en su totalidad mientras las luchas de clases sean una realidad histórica, o desde la consideración de que esta labor será sencilla, sin idas y venidas, altos y bajos.
En este camino de unidad obrera y sindical, unidad de clase, el PCPE ha ido construyendo toda una teoría científica, teoría que se ha llevado a la práctica, en ocasiones con mejor resultado que otras, en el escenario de la lucha de clases; no puede ser de otra forma. Toda una batería de actividad práctica, experiencias, han sido llevadas al seno de las masas obreras por parte de la militancia del PCPE. Y estas experiencias han construido una cultura militante que consigue día tras día posicionar al socialismo científico, como referencia ideológica de miles de obreras y obreros.
Entre las propuestas de unidad podemos señalar dos, una por su desarrollo e implantación y otra de actualidad práctica, qué son los referentes en el actual escenario de la lucha de clases.
Los Comités Para La Unidad Obrera (CUO), estructura de unidad que definimos como concepto ideológico-organizativo, con el que superar las divisiones en el seno de la lucha contra la patronal. Los CUO en lo organizativo, son la práctica de las asambleas de obreros y obreras en el seno de las empresas y tajos, como instancias unitarias de la clase.
Otra instancia considerada por el PCPE como necesaria, es la nacida en Madrid en junio del 2023, EMO, Encuentro de Movimiento Obrero, con la que se pretende trasladar posiciones de clase a través de asambleas amplias, no limitadas estas por la pertenencia a empresa o sector, así como a estructura sindical, de trabajadores y trabajadoras, donde ellos y ellas mismas sean protagonistas. Asambleas con las que superar determinadas influencias del mal llamado sindicalismo de clase, expresadas estas también en la mayor de las ocasiones en la dirigencia del actual sindicalismo que se autodenomina de clase, con una práctica de un modelo sindical que, en muchas ocasiones, más allá del discurso, no se aleja en su modelo y práctica, del denunciado sindicalismo de pacto social.
En esta etapa histórica de agudización de la crisis capitalista y de las contradicciones que surgen en su seno y entorno. La militancia del PCPE como vanguardia ideológica y política no flaqueará en su labor de orientar, dirigir a la clase obrera, a que sea clase para sí, clase que encabezará los procesos revolucionarios con los que derrotar a la burguesía y su sistema social, el Capitalismo.
