Recientemente, Robert Habeck, ministro de Economía alemán, se refirió a las condiciones económicas de su país, de las que dijo que «no son satisfactorias». Dichas declaraciones se dan luego de una revisión de las previsiones oficiales de crecimiento para este 2024, en las cuales se estima una contracción del 0,2%.
Con esas cifras, destaca The Economist, Alemania se enfrenta a su primer bienio de recesión en más de dos décadas. Esto debido a que ese país apenas ha avanzado desde la pandemia por Covid-19, quedando rezagada con respecto al resto del mundo desarrollado.
De acuerdo con cifras del Banco Mundial (BM), este sería el segundo año consecutivo en que la economía alemana registra una contracción en el crecimiento del PIB, ya que, en 2023, ese indicador cayó a 0,3%, desde in crecimiento de 1,8% en 2022.
El medio relata que la anterior contracción de dos años seguidos de la economía alemana se presentó entre 2002 y 2003, cuando su PIB cayó 0,2% y 0,7%, respectivamente. Incluso durante la recesión mundial de 2009 y la pandemia de 2020, Alemania logró recuperarse tras importantes caídas al año siguiente.
Isabel Schnabel, del Banco Central Europeo, ha señalado que el crecimiento de la eurozona, excluida Alemania, ha sido “notablemente resistente” desde 2021 y más rápido que el de muchas otras grandes economías.
La revista británica destaca que además de factores externos como el aumento de los precios de la energía debido al conflicto en Ucrania y el exceso de capacidad industrial de China, la economía alemana también se ha visto afectada por problemas domésticos.
The Economist destaca que la producción industrial del país se ha vista mermada en años recientes; de igual forma, el aumento de los ingresos reales de los hogares, a medida que desciende la inflación, ha tardado en traducirse en una mayor demanda. Otro reto que enfrenta Alemania son los cambios demográficos en el territorio, con cada vez menos habitantes en edad de trabajar.