En opinión de Jorge Arreaza, secretario general de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), la inclusión en el bloque BRICS de los países que conforman la alianza latinoamericana «constituiría un aporte significativo» para las dos partes, una «relación ganar-ganar» que sintetizó en una docena de puntos.
En reflexiones avanzadas por el diplomático en su canal de Telegram, refirió que «el ALBA se creó antes que los BRICS, hace casi 20 años, como parte del impulso del mundo multipolar, a partir de valores semejantes a los del gran bloque alternativo, como el respeto a la soberanía, la solidaridad, la cooperación y la complementariedad económica».
A ese respecto, destacó que el mecanismo de integración «se construyó en una alternativa real, tangible, que puso al ser humano en el centro de su dinámica y a la economía como una vía para garantizar los derechos sociales y la felicidad de los pueblos», como se evidencia a partir de la puesta en obra de los programas sociales del ALBA.
En el ámbito energético, aludió a Petrocaribe, un esquema de venta de crudo venezolano a precios solidarios a países del Caribe, al que calificó como «la expresión más noble del ALBA y de la solidaridad del comandante Hugo Chávez», quien concebía la energía como «un instrumento de cooperación y desarrollo compartido y no de dominación y lucro».
Economía solidaria
Desde el punto de vista financiero, Arreaza relató la experiencia del Banco del ALBA, una institución que valoró como «un verdadero instrumento de desarrollo solidario» que «ha permitido emprender proyectos sociales, productivos y de infraestructura, según las prioridades de cada país y sin condicionamientos».
Con respecto a la integración monetaria, mencionó la experiencia del SUCRE –hoy «en revisión para su reactivación a la luz de los nuevos tiempos y tecnologías»– y que en su día «demostró que es posible construir mecanismos financieros propios».
«El ALBA planteó mecanismos de comercio justo y de procesos productivos conjuntos, complementarios y no competitivos, como las empresas grannacionales, en oposición a la dominación de las empresas transnacionales del capitalismo. La propuesta de Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) rompe con los esquemas neoliberales de comercio asimétrico y anexionista», completó.
A lo dicho sumó «el diseño innovador» de una zona económica concebida «a partir de las potencialidades y sectores complementarios de las economías de sus países miembros», así como la labor de la Agencia de Cooperación ALBA-TCP, que tiene como función «el financiamiento de proyectos de infraestructura social y de cadenas productivas, a partir de la captación de fondos, tanto de los países miembros, como de los actores aliados del sistema internacional en formación».
En cuanto a la producción agrícola, destacó la labor de AGROALBA en su nueva etapa, una sección del bloque de la que hacen parte tanto países miembros como «otros invitados del Sur Global» cuya finalidad es compartir «procesos de producción de alimentos para la reproducción de la vida y no del capital».
Comunicaciones y cultura
Finalmente, Arreaza se refirió al trabajo del ente de integración en materia comunicacional y cultural.
Sobre lo segundo, puntualizó que «el ALBA-TCP se conforma en un polo diverso, multicultural y multiétnico, que reivindica las raíces indígenas y africanas de sus pueblos en resistencia y con derechos innegables a la reparación», lo que se ve reforzado con las acciones que adelanta el Consejo de Movimientos Sociales para «incidir en la conformación del mundo multipolar desde las bases populares».
«La Alianza Bolivariana ha mantenido bajo custodia iniciativas que sus líderes fundadores pensaron para la felicidad y unidad de todos los pueblos y que se desarrollaron en el ámbito de la ALBA y hoy están a entera disposición de los BRICS y todas las instituciones nacientes para darle vida al nuevo mundo que ya nació como garantía de paz, solidaridad y desarrollo compartido», sostuvo, a lo que agregó que es «una fuerza moral de resistencia y liberación, que ha demostrado una capacidad infinita de unión para la vida con criterio humano, ético y antiimperialista, a pocas millas del propio imperio estadounidense».
- Este martes iniciará en Kazán, Rusia, la XVI Cumbre de los BRICS, bajo el lema ‘Fortalecer el multilateralismo para un desarrollo mundial equitativo y la seguridad’. El pasado año, el bloque vivió su primera ampliación, con la incorporación de Egipto, Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía. Actualmente, 34 países han expresado su interés en adherirse bajo alguna figura, incluyendo Cuba y Venezuela, ambos integrantes del ALBA-TCP.