«Cabe mencionar la discriminación de los votantes moldavos que viven en Rusia por parte de Chisináu. Para la diáspora moldava en Rusia que cuenta con unas 500.000 personas, solo se abrieron dos colegios electorales, como en la primera ronda [de los comicios]», indica el ente diplomático en el comunicado.
Para comparar, la nota revela que en Europa Occidental y América del Norte, donde también reside el mismo número de personas con ciudadanía moldava, se abrieron más de 200 mesas electorales, mientras que en varios países a los moldavos se les permitieron votar por correo electrónico.
Comentando los resultados de las elecciones presidenciales en las cuales ganó la actual presidenta, Maia Sandu, con un 55,33% de apoyo, la Cancillería rusa subrayó «la profunda división» que existe en la sociedad moldava.
Sin embargo, expresó la esperanza de que las autoridades moldavas no agraven esta división, sino que al revés, elijan «un camino de respeto de los intereses de la mayoría de los residentes de Moldavia».
Moldavia celebró previamente la segunda ronda de las elecciones presidenciales generales, la participación en la cual constituyó el 54,31%, anunció la jefa de la CEC, Angela Karaman. El segundo candidato, opositor de Sandu, el ex fiscal general de Moldavia (2019-2023) Alexandr Stoianoglo, reúne un 44,67% de los votos.
En la primera vuelta, celebrada el 20 de octubre, la participación final fue del 51,67%. En aquel entonces, la presidenta actual obtuvo el 42,45% de los votos y Stoianoglo reunió el 25,98% de los apoyos. Debido a que ningún candidato obtuvo el 50% de votos de apoyo, fue decidido celebrar la segunda ronda.
Sandu se pronuncia a favor de orientarse a Occidente e ingresar en la Unión Europea, mientras Stoianoglo sostiene que las relaciones entre Moldavia y la Unión Europea no deben hacer daño a los tradicionales vínculos de la república con Rusia.