El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, reiteró este lunes que los detenidos por los disturbios ocurridos el 28 y 29 de julio, tras las elecciones presidenciales, no son presos políticos, sino «criminales que se prestaron para acciones terroristas, pagados por los comanditos para desencadenar en Venezuela una guerra civil».
Saab consideró «totalmente antiético que se quiera presentar estos casos como si tuvieran un carácter político», y aseguró que en el país «no hay niños detenidos», sino que hay «adolescentes de 16 y 17 años que han confesado que fueron utilizados para ocasionar estos actos de violencia».
Las declaraciones del fiscal surgen para contrarrestar las recientes campañas de descrédito contra el Estado venezolano, que intentan demostrar que los detenidos por ocasionar muertes, heridos y ataques a bienes públicos son presos políticos.
Saab manifestó que el Ministerio Público tiene «260 videos que documentan la acción de estos grupos criminales» y «nuevos videos que muestran lesiones graves a funcionarios del Estado». Indicó que estos videos «muestran la verdad de unas acciones que en cualquier lugar del mundo tendrían la condena unánime del 100% de la población».
Según el fiscal, el mayor número de casos ocurrió en el área metropolitana de Caracas, y cuatro de las muertes fueron catalogadas como crímenes de odio.