El pasado día 19 de noviembre en el Parlamento Europeo entre vítores y aplausos se celebraba la decisión del lanzamiento de misiles estadounidenses desde Ucrania. Ese mismo día y el siguiente día 21, Ucrania utilizaba misiles ATACMS y Storm Shadow respectivamente para bombardear territorio ruso.
La respuesta de Rusia fue una rueda de prensa de Putin en el que anunciaba, entre otras cosas, que: las Fuerzas Armadas rusas respondieron el 21 de noviembre con un ataque combinado contra una instalación del complejo de defensa industrial ucraniano, así como que el desarrollo de misiles de corto y medio alcance es una respuesta a la política exterior estadounidense y que se consideran con el derecho de usar nuestras armas contra objetivos militares en aquellos países que permiten el uso de su armamento contra nuestro territorio, y en caso de una escalada de acciones agresivas, responderemos de manera igualmente decidida y proporcional.
Los gobiernos de los países occidentales están caminando hacia un conflicto que les perjudica sobremanera por la cabezonería de seguir siendo lacayos de EE.UU. La UE además de perder un socio comercial y proveedor en muchos casos de materias primas, como es Rusia, se arriesga a sufrir bombardeos en su propio territorio y de ver infraestructuras militares propias reducidas a cenizas.
Rusia ha mostrado su poderío, misiles como el Oreshnik son imposibles de interceptar por los sistemas actuales de defensa europeos. Ante cualquier amenaza a su propio territorio no dudara en actuar. Misiles de este calibre con capacidad de portar cabezas nucleares impactaron en territorio ucraniano sin ningún tipo de problema y eso es más que una demostración de la capacidad rusa.
Bien valdría una reflexión de todos los palmeros que siguen apoyando este tipo de delirios y van dando un paso detrás de otro hacia un conflicto armado, de nuevo, en territorio europeo, como ya ocurrió anteriormente y donde, como siempre, salió favorecido Estados Unidos.