Se supone que, tras la caída del gobierno del “dictador” Bashar Al Assad, las personas que huyeron de guerra desatada por el imperialismo hace más de una década regresarían al país (al menos gran parte de ellas). Pero, aunque probablemente algunas regresen, lo cierto es que muchas se están marchando ahora, tras la toma del país por parte de grupos terroristas al servicio del imperialismo yanqui y europeo. Por supuesto, para actuar de esa manera les sobra los motivos.
Pero, así como entonces los países de Europa les abrió las puertas a los refugiados sirios, ahora, quienes huyen de quienes la Unión Europea (UE) calificó de rebeldes, cuando saben que eran terroristas, ven cómo la UE se las cierra. Este comportamiento de esta institución tan antidemocrática y hasta fascista les delata.
Efectivamente, Alemania, Francia, Reino Unido y otros países europeos han suspendido, por ahora, las solicitudes de asilo de ciudadanos sirios, tras la caída del presidente sirio Bashar Al Assad.
Al parecer, el gobierno alemán ha paralizado unas 47.000 peticiones, según su Ministerio del Interior. El argumento que han expuesto es que espera que se clarifique la situación en Siria tras el derrocamiento del legítimo gobierno. De idéntica manera está actuando otros estados europeos como Italia, Grecia, Dinamarca, Bélgica y Austria, así como en Noruega, aunque este no forma parte de la UE.
La Oficina Federal para Migraciones y Refugiados de Alemania (BAMF) explicó en un comunicado que “la situación actual en Siria impide decisiones definitivas sobre los procedimientos de asilo”. Desde la BAMF creen que “es impredecible si los acontecimientos conducirán a nuevos movimientos de refugiados dentro o fuera de la región”, justificando la pausa en un contexto de incertidumbre. El canciller alemán, Olaf Scholz, ha considerado el derrocamiento de Al Assad una “buena noticia, por ahora”, pero ha instado a la prudencia, advirtiendo que “los nuevos líderes sirios deberán demostrar su compromiso con la dignidad y la autodeterminación del pueblo sirio”.
Está claro que Olaf Scholz vende humo, pues sabe perfectamente que el derrocamiento que tanto vitorea no se ha llevado a cabo para “demostrar su compromiso con la dignidad y la autodeterminación del pueblo sirio”.
Por su parte, la Comisión Europea se ha sacudido de responsabilidades expresando “su preocupación” ante las decisiones unilaterales de algunos Estados miembros, subrayando que la UE carece de una lista común de “países seguros” y que cada estado-nación decide de forma independiente.
Cabe subrayar que, según datos de la Agencia Europea para el Asilo, los sirios representan, desde hace años, la nacionalidad que más solicitudes de asilo presenta en Europa, con 181.000 peticiones registradas en 2023. Alemania, principal receptor, alberga actualmente a unos 800.000 refugiados sirios, muchos de los cuales llegaron tras la decisión de Angela Merkel en 2015 de abrir las puertas a quienes huían del conflicto.
Como se puede observar, actúan según les convenga; no siempre miden con la misma vara.