El Ministerio de Relaciones Exteriores comunicó que las entidades sancionadas son el «Proyecto de Defensa de los Derechos de los Uigures» (Uyghur Rights Advocacy Project) y el «Comité Canadá-Tíbet» (Canada-Tibet Committee).
Las medidas incluyen la congelación de todos sus bienes muebles, inmuebles y otros activos dentro del territorio chino, así como la prohibición de cualquier transacción o cooperación entre estas organizaciones y entidades o individuos en el gigante asiático.
Además, los 20 individuos asociados con estas organizaciones enfrentarán restricciones similares, incluyendo la congelación de sus activos en China y la prohibición de entrada al país, que abarca las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao.
La Cancillería subrayó que estas medidas son una respuesta directa a la interferencia de las mencionadas organizaciones e individuos en los asuntos internos de este país asiático.
China ha reiterado en múltiples ocasiones que considera las cuestiones de Xinjiang y Tíbet como un tema sensible de sus intereses nacionales y ha instado a otras naciones a respetar su soberanía y abstenerse de intervenir.
En el caso de las citadas organizaciones canadienses, ambas alegan supuestas violaciones de derechos humanos en Xinjiang y preocupaciones sobre la asimilación cultural sistemática de los tibetanos, con el consiguiente cuestionamiento a las políticas de Beijing en los dos territorios.
China rechaza esos señalamientos y asegura que las políticas aplicadas en estas regiones buscan combatir el terrorismo y la radicalización, pero también ayudar al desarrollo socioeconómico de su población.