El jefe adjunto del Gobierno serbio realizó una visita de trabajo a China, donde discutió con los jefes de los organismos policiales y de los organismos de seguridad del Estado la experiencia serbia en la lucha contra las «revoluciones de colores» y la cooperación en actividades de contrainteligencia.
«Occidente exige que impongamos sanciones contra Rusia, detengamos las inversiones chinas y hagamos todo lo que la UE y EEUU apoyan. Pero somos un Estado independiente, nunca impondremos ninguna sanción contra Rusia y continuaremos con esa política. Rusia es nuestro aliado, nuestro amigo, no solo históricamente, también compartimos un futuro común», cita el servicio de prensa de Vulin sus declaraciones al canal de televisión.
Recordó que Rusia en su historia nunca ha perjudicado a Serbia.
«¿Por qué deberíamos perjudicar a Rusia? La OTAN bombardeó Serbia, cometió una terrible agresión contra Serbia. También mataron a ciudadanos chinos, la Embajada de China en Belgrado (en mayo de 1999) fue sometida a un brutal ataque deliberado. Sabían lo que estaban haciendo, ¿deberíamos realmente ser parte de esa OTAN?» cuestionó Vulin.
El funcionario serbio añadió que los presidentes de Serbia y de Rusia, Aleksandar Vucic y Vladímir Putin, son amigos y confían el uno en el otro.
En 1999, un enfrentamiento armado entre separatistas albaneses del Ejército de Liberación de Kosovo y el Ejército y la Policía serbios provocó el bombardeo de la República Federativa de Yugoslavia (entonces integrada por Serbia y Montenegro) por parte de las fuerzas de la OTAN.
La operación militar se llevó a cabo sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, partiendo la afirmación de los países occidentales de que las autoridades de Yugoslavia supuestamente realizaron una limpieza étnica en Kosovo, provocando allí una catástrofe humanitaria. Los ataques de la OTAN continuaron del 24 de marzo al 10 de junio de 1999.
Los bombardeos de la Alianza provocaron la muerte de más de 2.500 personas, entre ellas 87 niños, además de daños por un valor de 100.000 millones de dólares. Los médicos registran hasta la fecha las consecuencias del uso de uranio empobrecido, lo que provocó un aumento de los casos de cáncer entre los serbios.