Tierra Santa ensangrentada: genocidio israelí en Palestina

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En vísperas de la tradicional noche de la Navidad, en las ciudades palestinas de Belén y Jerusalén, así como en el resto de la ribera occidental del río Jordán y en Gaza, solo se escuchan el llanto y los gemidos de dolor, ante el espantoso tronar de los bombardeos del genocidio israelí

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Leonel Nodal (Juventud Rebelde).— Los tanques de guerra, cañones y aviones del régimen de ocupación colonial sionista implantado a sangre y fuego a partir de 1948, asesinan sin distinción —día y noche— a hombres, mujeres, niños y ancianos.

 

Los barren en una operación militar denominada «limpieza étnica». No hay refugio seguro, medicinas, alimentos o agua. Solo huellas de sangre y escombros malolientes, sepulturas de escombros.

La gente deambula de un lado a otro en busca de comida. La muerte por hambre y desnutrición acecha. Solo el apego a la tierra que los vio nacer los retiene —como a los centenarios olivos— en un acto de esperanza y fe, más allá de cualquier credo. En ese suelo sagrado se hunden sus milenarias raíces.

«En la Plaza del Pesebre de Belén, las decoraciones navideñas y los peregrinos están notablemente ausentes y la Iglesia de la Natividad que domina la plaza está tan vacía como la explanada exterior», relata un corresponsal del diario británico Daily Mail.

«Queremos mostrar al mundo que Belén no está celebrando la Navidad como siempre», declaró a la publicación el alcalde Anton Salman.

En la Ciudad Vieja de Jerusalén, al otro lado de un alto muro de concreto levantado por la ilegal ocupación militar impuesta en 1967, el municipio renunció a elevar su tradicional árbol de Navidad a la entrada principal del barrio cristiano.

El Papa Francisco ha redoblado sus críticas a la «crueldad» de Israel en Gaza después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí lo acusara de parcialidad y desconocimiento del supuesto derecho de autodefensa.

El sábado dijo que el día anterior «bombardearon a niños. Esto es crueldad, esto no es guerra», afirmó. Se refería a los ataques aéreos israelíes del viernes que alcanzaron una casa en Jabalia, matando a siete niños de la misma familia. «Quiero decirlo porque me toca el corazón», dijo el Pontífice.

El Papa Francisco no se dejó intimidar por la declaración y ofreció más simpatía por la difícil situación de los palestinos en Gaza. «Y con dolor, pienso en Gaza, en tanta crueldad, en los niños ametrallados, en los bombardeos de escuelas y hospitales. Qué crueldad», dijo después de su oración semanal.

La iglesia católica de la Sagrada Familia en la ciudad de Gaza estuvo sitiada en diciembre de 2023 y dos mujeres fueron asesinadas a tiros por francotiradores del ejército israelí. Otras siete personas que intentaban ayudar a las mujeres resultaron heridas. En ese momento, el Papa Francisco denunció el ataque como «terrorismo».

«Según algunos expertos, lo que está sucediendo en Gaza tiene características de genocidio», afirma en su más reciente obra.

No es el único. Incluso en Israel, donde una estricta y severa censura militar impide a la población ver, oír y conocer lo que pasa realmente en Gaza y Cisjordania, se alzan voces de enorme prestigio profesional, como el respetado diario Haaretz, que el lunes de esta semana publicó un contundente editorial que desnuda la inmoralidad y el comportamiento criminal del Gobierno de extrema derecha del primer ministro Benjamín Netanyahu.

«Israel está perdiendo su humanidad en Gaza», tituló Haaretz su Editorial del lunes.

«Israel también está operando en la Franja de Gaza de una manera que contradice toda moralidad humana», sentenció en una frase lapidaria.

El texto recuerda un informe publicado días antes en los que —recordó— se detallan «numerosos incidentes que no pueden calificarse de otra manera que crímenes de guerra, y algunos indican una pérdida de humanidad de los soldados».

«Cuantas más pruebas surgen de Gaza, más clara se vuelve la nauseabunda imagen de nuestra pérdida de humanidad», concluye Haaretz, en un acto de valentía periodística sin precedentes en Israel.

Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), al término de 444 días de guerra, al menos 45 000 palestinos habían muerto en Gaza, incluidos más de 17 492 niños, y más de 107 244 personas resultaron heridas, a los que se suman otros 10 000 de-
saparecidos bajo los escombros de los edificios derrumbados.

Víctimas y testigos silenciados por la muerte

Mientras tanto, las fuerzas israelíes han matado a periodistas a un ritmo más rápido que en cualquier otro conflicto registrado, con estimados que varían entre los 137, según el Comité para la Protección de los Periodistas, los 188 documentados por la agencia de noticias turca Anadolu Ajansi, y los 196 reportados muertos por la Oficina de Medios del Gobierno de Gaza.

En comparación, 63 periodistas fueron asesinados en los 20 años de la Guerra de Vietnam.

La historia palestina es «ignorada deliberadamente» y está siendo «borrada» efectivamente como parte de las narrativas de los medios de comunicación occidentales, mientras que las fuerzas del establishment trabajan para silenciar a cualquiera que se pronuncie en contra de la matanza de Israel en Gaza, dijeron académicos en una conferencia universitaria de expertos legales y de Oriente Medio.

La cumbre en línea de dos días Erasure and Defiance: the Politics of Silence and Voice on Palestine, organizada por el Centro de Investigación de Diversidad e Inclusión Social de la Universidad de Tecnología de Sydney (UTS), también escuchó el tipo de informes en los medios tradicionales que «normalizan la violencia» contra los palestinos.

Una investigación elaborada por el historiador judío israelí Lee Mordechai respalda la más demoledora denuncia de los crímenes genocidas cometidos por Israel, opinó el diario Haaretz, que publicó una extensa versión.

El informe que el Doctor Mordechai ha recopilado en línea, titulado  «Dando testimonio de la guerra entre Israel y Gaza»  constituye la documentación más metódica y detallada en hebreo (también hay una traducción al inglés) de los crímenes de guerra que Israel está perpetrando en la Franja.

Se trata, dijo Haaretz, de una acusación impactante compuesta por miles de entradas relacionadas con la guerra, las acciones del Gobierno, los medios de comunicación, las Fuerzas de Defensa de Israel y la sociedad israelí en general. La traducción al inglés de la séptima y última versión del texto tiene 124 páginas y contiene más de 1 400 notas a pie de página que hacen referencia a miles de fuentes, incluidos informes de testigos presenciales, secuencias de video, materiales de investigación, artículos y fotografías.

Lee Mordechai, de 42 años, exoficial del Cuerpo de Ingenieros de Combate de las Fuerzas de Defensa de Israel, es actualmente profesor titular de historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén.

La versión en inglés de su investigación, titulada  «Bearing Witness», hace referencia a artículos de seis importantes autoridades israelíes que ya han declarado que, en su opinión, Israel está perpetrando un genocidio: el experto en Holocausto y genocidio Omer Bartov; el investigador del Holocausto Daniel Blatman (que escribió que lo que Israel está haciendo en Gaza está a medio camino entre la limpieza étnica y el genocidio); el historiador Amos Goldberg; el especialista en Holocausto Raz Segal; el experto en derecho internacional Itamar Mann; y el historiador Adam Raz.

Según Mordechai, ante los presuntos actos genocidas, se impone responder a un imperativo moral: ¿Qué se supone que debe hacer un ciudadano cuando su Estado comete un genocidio?

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