Son muchos los países que han reprimido con dureza las muestras de solidaridad con Palestina, pero entre ellos destaca Marruecos por ser un país árabe y presidir actualmente el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
13 solidarios han sido condenados a seis meses de prisión. Son miembros del Frente Marroquí de Apoyo a Palestina y de Lucha contra la Normalización. Es un ejemplo muy poco edificante: si Marruecos desprecia los derechos humanos en su propio territorio, ¿cómo defenderlos a escala mundial?
La pradoja no puede extrañar con un gobierno que en 2020 firmó los Acuerdos de Abraham para “normalizar” las relaciones diplomáticas con Israel.
El movimiento BDS Marruecos (Boicot, Desinversión, Sanciones) ha declardo que los juicios políticos revelan la hipocresía de los discursos oficiales que dicen apoyar la causa palestina, mientras establecen alianzas militares con el ocupante y reprimen a quienes se le oponen.
Por su parte, el Grupo de Acción Nacional para Palestina denunció, en un comunicado de prensa, las condenas injustas contra los 13 opositores a la “normalización” con Israel, calificando la represión como un grave ataque a la libertad de expresión, al derecho de manifestación y a los derechos fundamentales.
El viernes el Frente Marroquí de Apoyo a Palestina y de Lucha contra la Normalización celebró una rueda de prensa para discutir las detenciones y los juicios contra sus actividades en favor de la lucha palestina. Estas prácticas criminalizan la lucha contra la “normalización” y el apoyo al pueblo palestino.