Cuando acaba el año siempre es buen momento para hacer balances: el nacimiento de la Organización Juvenil Socialista de Mallorca, que se hacía pública hace algo más de una semana, es uno de los hechos que me gustaría destacar porque supone un punto de inflexión por el desarrollo político de la militancia revolucionaria en la isla.
La nueva organización es el resultado de todo el trabajo político realizado a través de Bastida, una plataforma que ha permitido un proceso de acumulación de fuerzas a través de organizar la militancia socialista ya existente mientras se expandían las tesis entre otros sectores sociales, especialmente entre la juventud. El contexto político de nuestra generación en Mallorca ha estado marcado por los ocho años de gobierno progresista y sus consecuencias más claras: la constatación del fracaso del programa reformista en su versión isleña, el aumento de las tendencias reaccionarias (como réplica de un fenómeno global), la desmovilización general de la clase trabajadora y una creciente desafección política por parte de la mayoría de la juventud proletaria.
Puede parecer que somos muy repetitivos al poner el punto de mira en la experiencia de los pasados ocho años de pacto de gobierno progresista, pero es absolutamente evidente para nuestra generación (y en muchos casos, por la sociedad en general) como esa experiencia explica el verdadero papel de la socialdemocracia en el gobierno. Quienes nos habían vendido que acabarían con el problema de la vivienda y del turismo masificado, han dejado después de gobernar una situación aún peor: las plazas turísticas crecieron, no se prohibieron los pisos turísticos y no se tomó ninguna medida para combatir la impunidad de los rentistas en favor de la clase trabajadora que vive en la isla. Es necesario seguir recordando que han fracasado, sobre todo por prevenirnos de los cantos de sirena ahora que están en la oposición y quieren canalizar toda la rabia acumulada en una nueva mayoría parlamentaria en caso de elecciones. El espectáculo grotesco que presenciamos casi cada semana por parte de la presidenta Prohens y sus socios de legislatura, especialmente la versión más pasada de vueltas de la extrema derecha, no debe hacernos olvidar quién ha estado gobernando hasta hace cuatro días.
El trabajo que se ha realizado con Bastida, como los seminarios de formación durante todo el verano y la Jornada Juvenil Socialista el pasado 30 de noviembre, han evidenciado el desarrollo e interés que destapa el movimiento socialista en Mallorca. Ha sido el trabajo militante de estos meses que nos ha permitido superar los retos y ubicarnos en un nuevo momento y una nueva necesidad. La Organización Juvenil Socialista se presenta con un objetivo claro, hegemonizar el comunismo entre la juventud proletaria de la isla.
Bajo el lema «No renunciamos. Organizamos la revolución» marcamos la hoja de ruta de la organización al romper la noción de que el comunismo es un proyecto imposible, que ya ha habido otros que lo han intentado y que han fracasado. Los defensores de esta postura, normalmente militantes de proyectos vinculados a la socialdemocracia, han renunciado a emancipar a la humanidad y defienden una explotación algo amable, han renunciado a organizar los intereses específicos de la clase trabajadora para defender los intereses de la burguesía y las clases medias.
La OJS viene a contraponer a todas estas renuncias la necesidad de organizar a todas nuestras fuerzas hacia la revolución socialista. La revolución no se hace de un día para otro, eso lo sabemos todos, pero no aceptaremos renunciar a ella justificándonos que ahora mismo lo importante es otra cosa. La revolución se comienza aquí y ahora, no aplazándola continuamente. La revolución es un proceso histórico tangible y la clase trabajadora la fuerza política que puede realizarlo. En este sentido, el trabajo de la OJS estará marcado por el reto de cómo hacer del comunismo una fuerza de masas en un momento de derrota completa y en un contexto de giro autoritario de los estados y aumento de las tendencias reaccionarias.
Este avance de la reacción, que tiene una naturaleza eminentemente internacional, se materializa en discursos misóginos, homófobos, espanyolistas, racistas, en la creación de nuevas organizaciones fascistas, en la criminalización de la pobreza… o en el señalamiento a los migrantes que llegan a nuestras costas, tal y como se ha hecho desde las instituciones autonómicas. La OJS tiene como reto principal hacer frente a los discursos fascistas y desplegar espacios de encuentro y organización entre la juventud trabajadora independientemente de su origen, haciendo tomar cuerpo en la unidad de clase. Combatir la influencia de la extrema derecha debe ser una herramienta para convertir a la antipolítica, el «todos los políticos son iguales», en organización de clase.
La OJS también quiere impulsar y potenciar los principales conflictos que sufre la clase trabajadora en Mallorca, como el modelo turístico y el problema del acceso a la vivienda, pero estableciendo una posición independiente, una posición propia que desvele la dinámica de lucha de clases general que se esconde detrás de estos , que apunte que la raíz del problema es la división de la sociedad en dos clases antagónicas, y ser capaces de ofrecer un hoja de ruta para avanzar posiciones en el conflicto defendiendo los intereses específicos que tenemos la clase trabajadora. Es decir, nuestra participación en estos conflictos deberá servir para impulsar un nuevo ciclo de luchas con un horizonte revolucionario, para empezar a articular una alternativa política a todo el sistema de partidos y organizaciones leales al capital y sus instituciones.
Acertarla en el análisis y en la propuesta deberá implicar convertirse en referente político para la juventud trabajadora de Mallorca, convertir la OJS en una herramienta para el relanzamiento del proceso revolucionario. Para ello estamos abiertos al debate racional con los distintos destacamentos y colectivos que no quieren renunciar a volver a hacer del comunismo una fuerza de masas. Este debate no debe ser un debate corporativista, sino que debe ser desde la mayor honestidad. La propuesta del Movimiento Socialista es conocida y pasa por superar el localismo, por dejar atrás a los pequeños colectivos desconectados entre sí y construir grandes organizaciones juveniles, por organizarnos escala internacional como única garantía de tener éxito en nuestra labor; aprender de nuestra experiencia y saber que únicamente pensando y actuando desde Mallorca no seremos capaces de cambiar la realidad de miseria de nuestra isla.
Presentamos la OJS sabiendo que lo tenemos todo por hacer, que todavía somos una fuerza pequeña, pero que tenemos el convencimiento y coraje de volver a hacer vivas las palabras de Aurora Picornell de incorporarnos a la lucha, contribuyendo con el nuestro esfuerzo en la noble debido a los oprimidos. Contra la reacción y la reforma, la militancia de la OJS no renuncian. ¡Organizamos la revolución!
🚩Presentam l’Organització Juvenil Socialista a Mallorca
Contra un món de crisi i misèria, el jovent proletari de Mallorca ens dotam d’una nova eina per fer avançar el procés socialista.
No renunciam. Organitzem la revolució! pic.twitter.com/PQ0qcxM8h3
— Organització Juvenil Socialista de Mallorca (@OJS_Mallorca) December 21, 2024
No renunciam. Organitzem la revolució!
Quan s’acaba l’any sempre és bon moment per fer balanços: el naixement de l’Organització Juvenil Socialista de Mallorca, que es feia pública fa una mica més d’una setmana, és un dels fets que m’agradaria destacar perquè suposa un punt d’inflexió pel desenvolupament polític de la militància revolucionària a l’illa.
La nova organització és el resultat de tot el treball polític fet través de Bastida, una plataforma que ha permès un procés d’acumulació de forces a través d’organitzar la militància socialista ja existent mentre s’expandien les tesis entre altres sectors socials, especialment entre el jovent. El context polític de la nostra generació a Mallorca ha estat marcat pels vuit anys de govern progressista i les seves conseqüències més clares: la constatació del fracàs del programa reformista en la seva versió illenca, l’augment de les tendències reaccionàries (com a rèplica d’un fenomen global), la desmobilització general de la classe treballadora i una creixent desafecció política per part de la majoria del jovent proletari.
Pot semblar que som molt repetitius en posar el punt de mira en l’experiència dels passats vuit anys de pacte de govern progressista, però és absolutament evident per a la nostra generació (i en molts casos, per la societat en general) com aquella experiència explica el vertader paper de la socialdemocràcia al govern. Els que ens havien venut que acabarien amb el problema de l’habitatge i del turisme massificat, han deixat després de governar una situació encara pitjor: les places turístiques van créixer, no es van prohibir els pisos turístics i no es va prendre cap mesura per combatre la impunitat dels rendistes en favor de la classe treballadora que viu a l’illa. És necessari continuar recordant que han fracassat, sobretot per prevenir-nos dels cants de sirena ara que són a l’oposició i volen canalitzar tota la ràbia acumulada en una nova majoria parlamentària en cas d’eleccions. L’espectacle grotesc que presenciam quasi cada setmana per part de la presidenta Prohens i els seus socis de legislatura, especialment la versió més passada de voltes de l’extrema dreta, no ens ha de fer oblidar qui ha estat governant fins fa quatre dies.
La feina que s’ha realitzat amb Bastida, com els seminaris de formació durant tot l’estiu i amb la Jornada Juvenil Socialista el passat 30 de novembre, han evidenciat el desenvolupament i interès que destapa el moviment socialista a Mallorca. Ha estat el treball militant d’aquests mesos que ens ha permès superar els reptes i ubicar-nos a un nou moment i una nova necessitat. L’Organització Juvenil Socialista es presenta amb un objectiu clar, hegemonitzar el comunisme entre el jovent proletari de l’illa.
Amb el lema «No renunciam. Organitzem la revolució» marcam el full de ruta de l’organització en trencar la noció que el comunisme és un projecte impossible, que ja hi ha hagut altres que ho han intentat i que han fracassat. Els defensors d’aquesta postura, normalment militants de projectes vinculats a la socialdemocràcia, han renunciat a emancipar la humanitat i defensen una explotació una mica amable, han renunciat a organitzar els interessos específics de la classe treballadora per defensar els interessos de la burgesia i les classes mitjanes.
L’OJS ve a contraposar a totes aquestes renúncies la necessitat d’organitzar totes les nostres forces cap a la revolució socialista. La revolució no es fa d’un dia per l’altre, això ho sabem tots, però no acceptarem renunciar a ella justificant-nos que ara mateix el més important és una altra cosa. La revolució es comença aquí i ara, no ajornant-la contínuament. La revolució és un procés històric tangible i la classe treballadora la força política que el pot realitzar. En aquest sentit, la feina de l’OJS estarà marcada pel repte de com fer del comunisme una força de masses en un moment de derrota completa i en un context de gir autoritari dels estats i augment de les tendències reaccionàries.
Aquest avenç de la reacció, que té una naturalesa eminentment internacional, es materialitza en discursos misògins, homòfobs, espanyolistes, racistes, en la creació de noves organitzacions feixistes, en la criminalització de la pobresa… o en l’assenyalament als migrants que arriben a les nostres costes, tal com s’ha fet des de les institucions autonòmiques. L’OJS té com a repte principal fer front als discursos feixistes i desplegar espais de trobada i organització entre el jovent treballadora independentment del seu origen, fent prendre cos a la unitat de classe. Combatre la influència de l’extrema dreta ha de ser una eina per convertir l’antipolítica, el «tots els polítics són iguals», en organització de classe.
L’OJS també vol impulsar i potenciar els principals conflictes que pateix la classe treballadora a Mallorca, com el model turístic i el problema de l’accés a l’habitatge, però establint una posició independent, una posició pròpia que desveli la dinàmica de lluita de classes general que s’amaga darrere d’aquests, que apunti que l’arrel del problema és la divisió de la societat en dues classes antagòniques, i ser capaços d’oferir un full de ruta per avançar posicions en el conflicte defensant els interessos específics que tenim la classe treballadora. És a dir, la nostra participació en aquests conflictes haurà de servir per impulsar un nou cicle de lluites amb un horitzó revolucionari, per començar a articular una alternativa política a tot el sistema de partits i organitzacions lleials al capital i a les seves institucions.
Encertar-la en l’anàlisi i en la proposta haurà d’implicar esdevenir referent polític per al jovent treballador de Mallorca, convertir l’OJS en una eina pel rellançament del procés revolucionari. Per aconseguir-ho estam oberts al debat racional amb els diferents destacaments i col·lectius que no volen renunciar a tornar a fer del comunisme una força de masses. Aquest debat no ha de ser un debat corporativista, sinó que ha de ser des de la màxima honestedat. La proposta del Moviment Socialista és coneguda i passa per superar el localisme, per deixar enrere els petits col·lectius desconnectats entre si i construir grans organitzacions juvenils, per organitzar-nos escala internacional com a única garantia de tenir èxit en la nostra tasca; aprendre de la nostra experiència i saber que únicament pensant i actuant des de Mallorca no serem capaços de canviar la realitat de misèria de la nostra illa.
Presentam l’OJS sabent que ho tenim tot per fer, que encara som una força petita, però que tenim el convenciment i coratge de tornar a fer vives les paraules de n’Aurora Picornell d’incorporar-nos a la lluita, contribuint amb el nostre esforç a la noble causa dels oprimits. Contra la reacció i la reforma, la militància de l’OJS no renunciam. Organitzem la revolució!