Elson Concepción Pérez (Granma).— El sionismo que profesa el gobierno israelí de Benjamín Netanyahu, además de excluyente, es criminal.
Esta ideología, que inicialmente se basaba en la defensa de que el pueblo hebreo tuviera su propio Estado, una vez logrado, ha incentivado un fundamentalismo nacionalista antiárabe.
Ha sido su estandarte de gobierno la guerra cotidiana contra la población palestina, la expulsión de los árabes de sus territorios originales, hasta lo que sucede hoy, un genocidio expansionista que, incluso, traspasa las fronteras de los territorios ocupados, y amplía sus tentáculos por países como Líbano y Siria.
No solo el pensamiento y la expansión sionista escenificados durante décadas identifican al actual Gobierno israelí.
Hoy puede afirmarse que el plan de Israel contra la población palestina se resume en matar niños, para que no crezcan y puedan convertirse en combatientes contra la barbarie sionista; matar mujeres para que no paran, de manera que cada vez la población palestina sea menor; y asesinar a los periodistas, para que no se escriba ni filme el genocidio a que someten a los palestinos, y la comunidad internacional se mantenga al margen de tales horrores.
Hasta diciembre de 2024, luego de 450 días de masacre en Gaza, los palestinos muertos fueron 45 514, y los heridos 108 189. Aún permanecen 11 200 cadáveres debajo de los escombros de una ciudad casi totalmente destruida.
Para convencerse de que los niños y las mujeres son principales objetivos del ejército israelí, sépase que en los últimos 14 meses han sido masacrados 14 818 menores y 12 287 mujeres.
Los periodistas asesinados hasta el último día de 2024 ascienden a 201.
En los últimos días de 2024 y los primeros de 2025, Israel ha lanzado grandes oleadas de ataques con cohetes contra los hospitales y otras instalaciones de Salud. El número de médicos y demás personal sanitario asesinado asciende a 1 068.
Se agregan a la lista 12 780 estudiantes palestinos masacrados, así como 904 educadores, científicos e investigadores.
Súmese que 488 escuelas y universidades han sido destruidas, y es alarmante que 785 000 estudiantes hayan sido privados de poder asistir a sus centros educacionales.
A estas cifras, dadas a conocer en un informe del Ministerio de Salud gazatí, se pueden añadir otras de la Oficina de Medios del enclave palestino, que informan que unos dos millones de personas de Gaza han sido desplazadas, 981 mezquitas han sido destruidas total o parcialmente, 437 600 las viviendas devastadas total o parcialmente, y 276 hospitales arrasados por los efectos de los continuos bombardeos.
Para que no se tenga duda alguna de quién acompaña a Israel en este genocidio contra los palestinos, cifras oficiales reflejan que un 80 % del total de bombas y cohetes usados por Israel han sido fabricados en Estados Unidos.
Por tal razón, Rusia, en la última reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, dijo que «la responsabilidad de muertos en Gaza recae en la administración Biden».
El representante de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, describió que el objetivo israelí en la región «está subordinado a despejar la Franja de Gaza del mayor número posible de palestinos que viven allí, y crear unas condiciones de vida insoportables para los que quedan».
Con los hechos en Gaza los judíos van acabar superando su propio holocausto..
Hasta dónde piensan seguir , esto no puede quedar así. MOVILIZACIÓN Y RESPONSABILIDAD JUDICIAL .