«Poco a poco, la antigua hegemonía de los Estados Unidos de América se está degradando y perdiendo el control», indicó Narishkin.
Este proceso, agregó el jefe de la Inteligencia rusa, se da «simultáneamente con la aparición de nuevos actores poderosos, de autoridad, que ya cuentan con un gran potencial del desarrollo y la capacidad de garantizar la seguridad y estabilidad globales».
Narishkin constató que vivimos la transición de un mundo unipolar a un nuevo orden más equitativo, si bien se trata de una evolución compleja y que implica sus riesgos.
