Revolución: clase, pueblo, partido.
Un lema que, al mismo tiempo que es una convocatoria para un objetivo necesario – la Revolución socialista-, sitúa los tres sujetos imprescindibles para alcanzarlo.
Revolución socialista que es la toma del poder por la clase obrera tras un complejo proceso para arrebatárselo a la burguesía. Un propósito irrenunciable que, como ya avanzara Marx, nunca se alcanzará mediante una “metamorfosis pacífica” y que determina el carácter del PCPE y sus tesis políticas.
41 años después de su fundación y, en medio de la cloaca política e ideológica en la que se descomponen los restos orgánicos del eurocomunismo, el PCPE en su XII Congreso se reafirma como un partido para la revolución socialista.
Sin duda, para quienes honestamente busquen en el horizonte de la lucha política, de la lucha de clases en toda su complejidad y dimensión, el espacio que cada día construye Revolución mediante la acción militante de sus miembros, pueden encontrar en el PCPE su espacio de organización y combate. Fortalecer el PCPE es la mejor decisión que puede adoptar cualquier comunista.
Clase, clase obrera. Proletariado encabezando a las grandes masas trabajadoras que son el sujeto de la revolución. Negada por la posmodernidad y por quienes, desde las más desacertadas y eurocéntricas pretensiones marxistas, hablan del fin de la centralidad del trabajo, para el PCPE nada puede sustituir el papel revolucionario de la clase obrera. Ninguna razón, más que el abandono del marxismo, justifica negar la evidencia material de que la clase obrera es el fruto del capitalismo, que en su desarrollo está destinado a superarlo. Pura dialéctica, capaz de abrirle a la Humanidad la senda del “reino de la libertad” y, por fin, armonizar su existencia con la Naturaleza.
Pueblo como categoría socio-histórica de la expresión de la unidad de acción para la lucha revolucionaria de los oprimidos y oprimidas, en defensa exclusiva de sus intereses y necesidades, a favor de una transformación social de la que son protagonistas y beneficiarios.
Alianza social dirigida por la clase obrera que, en una formación social concreta, conforma el bloque histórico revolucionario y es garantía de su triunfo y continuidad frente a la agresión contrarrevolucionaria que nunca cesa.
Partido. Sin el concurso de la más desarrollada herramienta con la que cuenta la clase obrera para intervenir políticamente, no hay proceso revolucionario posible. La vindicación del Partido de Nuevo Tipo Leninista, lo es de su responsabilidad como el instrumento más desarrollado para la conducción revolucionaria de las masas y de su estructura como único marco organizativo posible para generar las consignas capaces de convertirse en hechos relevantes para el desarrollo de la lucha de clases.
Con esta base política para la convocatoria del Congreso, la militancia comunista se dispone a ejercer su máxima responsabilidad soberana y democrática según los Estatutos. La responsabilidad que se asume al conformar el máximo órgano de dirección del Partido, haciendo confluir en un debate y una síntesis política, la totalidad de conocimientos generados por la militancia en sus células, es la mejor garantía del acierto en las decisiones y acuerdos.
La superioridad de la inteligencia colectiva, que se expresa en los órganos colegiados del Partido, es la base de esta afirmación que vuelve a situar la necesidad del Partido Leninista como una realidad absolutamente necesaria y de plena actualidad y vigencia para el campo revolucionario. Por encima del deseo de tantos que, a derecha y a “izquierda”, se afanan en proclamar a diario su superación e ineficacia, el Congreso del PCPE revalidará en la práctica la necesidad de un Partido Comunista, marxista-leninista, que interviene en lo concreto de la lucha de clases para hacer avanzar las posiciones revolucionarias, transmitiéndolas a la clase obrera y al conjunto de sectores populares