La Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) reafirmó este jueves su compromiso de seguir brindando asistencia en los territorios palestinos ocupados, pese a la entrada en vigor de las dos leyes israelíes que prohíben sus operaciones.
La UNRWA aseguró que mantendrá su presencia en el campo de refugiados de Shuafat y en Jerusalén Este teniendo en cuenta que, hasta el momento, no han recibido “ninguna comunicación oficial sobre cómo se implementarán” las nuevas disposiciones aprobadas por el Parlamento israelí.
In East Jerusalem, "UNRWA headquarters is still there and we don’t have plans to close our operations. But we are in the dark." @JulietteTouma tells The Guardian about the potential impact of the Israeli Parliament’s ban on UNRWA operations. https://t.co/8EEDEkUQxh
— UNRWA (@UNRWA) January 30, 2025
A través de la red social X, la agencia de la ONU subrayó su determinación de continuar con su labor humanitaria en la región: “UNRWA continúa brindando asistencia y servicios a las comunidades a las que servimos. Nuestras clínicas en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, están abiertas mientras continúa la operación humanitaria en Gaza. Estamos comprometidos a permanecer y brindar servicios”.
UNRWA continues to deliver assistance and services to the communities we serve.
Our clinics across the occupied West Bank including East Jerusalem are open while the humanitarian operation in #Gaza continues.
We are committed to staying and delivering. #UNRWAworks
🇺🇳 pic.twitter.com/nl9ERrsNv5— UNRWA (@UNRWA) January 30, 2025
La UNRWA ofrece servicios de salud y educación a cerca de seis millones de refugiados palestinos en la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, y también en otras regiones como el Líbano, Siria y Jordania.
Los reiterados planes de Israel de boicotear el trabajo de la agencia también incluyen denuncias sin fundamento, como la de finales del mes de enero de 2024 cuando acusó a 12 empleados, bajo la excusa de haber participado en el ataque del 7 de diciembre de 2023.
Ante esas acusaciones, la ONU llevó a cabo una investigación independiente en la que no logró autenticar las pruebas presentadas por Israel y, pese a los resultados, fueron despedidos los 9 trabajadores.
Las nuevas leyes israelíes, que entraron en vigor este jueves, bloquean las actividades de la UNRWA en “áreas bajo soberanía israelí”, lo que incluye Jerusalén Oriental, ocupada desde 1967.
Además, prohíben cualquier contacto oficial de las autoridades con la agencia, lo que dificulta su acceso a bancos, transferencias financieras y pagos de salarios.
Con esas leyes, también queda suspendido la coordinación para el movimiento seguro de su personal y la emisión de visas para trabajadores extranjeros.