El presidente estadounidense, Donald Trump, reiteró este viernes que su país retomará el control del canal de Panamá, considerando que la obra representó enormes «costos» para Washington y la nación centroamericana ha incumplido lo consagrado en los tratados Torrijos-Carter, al permitir que China opere la vía transoceánica.
«Fue un acontecimiento tremendamente costoso. Construimos el canal de Panamá hace 110 años. Piénsenlo, fue el proyecto más caro que jamás hayamos hecho [EE.UU.]. Y realmente, una de las maravillas del mundo, una de las grandes maravillas del mundo, no se la dimos a China, se la dimos a Panamá«, sostuvo el mandatario a la prensa, al comentar la próxima visita del secretario de Estado, Marco Rubio, a ese país.
De acuerdo con el mandatario republicano, la megaobra de ingeniería ha sido «el proyecto más caro» jamás construido por su país, si se toman en consideración los precios actuales y, además, se cobró la vida de «38.000 hombres» por causa de la malaria y otras enfermedades propias de las selvas tropicales.
«Panamá ha estado derribando todos los carteles en idioma chino. Han trabajado como locos para intentarlo, pero alrededor del 70 % de los carteles estaban colocados y estaban escritos en chino, y ese no es el trato. Así que vamos a retirarlo. Ya se han ofrecido a hacer muchas cosas, pero creemos que es apropiado que lo retiremos. Han violado totalmente el acuerdo. Tenemos un acuerdo. Ellos violaron el acuerdo», fustigó, antes de apuntar que Rubio iría a Panamá «para hablar con el señor que está a cargo», en referencia al presidente panameño, José Raúl Mulino.
«Seguirá siendo de Panamá»
No es la primera vez que Trump manifiesta interés en que su país recupere la vía marítima. Lo dijo poco antes de su investidura y lo ratificó en su primer discurso tras haber asumido el cargo. En ambas ocasiones, sus declaraciones fueron rechazadas por las autoridades panameñas.
«La soberanía de nuestro canal no es negociable. Es parte de nuestra historia de lucha, y una conquista irreversible. Nuestro canal tiene la misión de servir a la humanidad y a su comercio. Ese es uno de los grandes valores que los panameños le ofrecemos al mundo, dándole garantías a la comunidad internacional de no tomar parte ni ser parte activa en conflicto alguno. Las únicas manos que controlan el canal son panameñas y así seguirá siendo«, replicó el canciller Javier Martínez-Acha el pasado 8 de enero.
Por su lado, Mulino le respondió a Trump el mismo día de su toma de posesión: «El canal de Panamá es y seguirá siendo de Panamá y su administración seguirá estando bajo control panameño, con respeto a su neutralidad permanente», escribió en un comunicado.
