Este cambio demográfico tendrá profundas implicaciones, incluidas escasez de mano de obra y desafíos económicos, enfatizó el diario en inglés Vietnam News antes de subrayar que la tasa total de fertilidad ha caído a 1,91 hijos por mujer, la más baja registrada.
De acuerdo con la publicación, en las zonas urbanas este indicador es notablemente más bajo (1,67) que en las áreas rurales (2,08), lo cual marca una disminución constante con respecto al nivel de reemplazo observado entre 2009 y 2022.
Sin embargo, si bien resulta evidente la disminución de las tasas de natalidad, Vietnam todavía vive un período demográfico dorado, en el que, por cada dos personas en edad de trabajar, hay una dependiente.
En la actualidad la población en edad laboral (15 a 64 años) representa el 67,4 por ciento del total, mientras los niños menores de 15 años constituyen un 23,3 por ciento, y las de 65 años o más el porciento restante.
Mas, este equilibrio está cambiando rápidamente. De ese modo, en 2024 el número de personas mayores (de 60 años o más) ascendió a 14,2 millones, un aumento de 2,8 millones desde 2019 y de 4,7 millones en comparación con 2014.
Las proyecciones sugieren que esta cifra alcanzará los 18 millones en 2030, lo que subraya la velocidad del proceso de envejecimiento poblacional por el que transita la nación indochina.
Sin una intervención política eficaz, las tasas de natalidad continuarán disminuyendo, lo cual exacerbaría la tensión económica y social que provoca el envejecimiento de la población, alertó la subdirectora del Departamento de Estadísticas de Población y Trabajo, Nguyen Thị Thanh Mai.
A diferencia de las naciones desarrolladas, que tardaron décadas o siglos en hacer la transición de sociedades envejecidas a sociedades “súper envejecidas”, Vietnam completará este cambio en sólo 26 años.
Si la actual caída de la fertilidad continúa sin control, se espera que la población del país comience a reducirse entre 2054 y 2059, con una disminución más pronunciada a partir de entonces.
Una fuerza laboral cada vez menor planteará importantes desafíos económicos, pues provocará escasez de mano de obra, menor productividad y mayor presión sobre los sistemas de bienestar social, en particular la atención sanitaria y las pensiones.
