Según el doctor en Ciencias, José Fernando Martirena, director del Centro de Investigaciones y Desarrollo de Estructuras y Materiales de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas (UCLV) y líder del proyecto, también laboran en la prueba de materiales, procesos de automatización y otras innovaciones vinculadas a la construcción.
La industria cubana es pionera en el mundo en el trabajo con el cemento ecológico LC3, un tipo de material capaz de reducir como ningún otro de su tipo en el mundo, las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera durante el proceso de fabricación.
El más reciente informe de la Organización de Naciones Unidas sobre el tema, publicado bajo el título «Cemento bajo en carbono: armonización de los objetivos medioambientales y las necesidades de vivienda», en la actualidad hay 22 plantas de este tipo en todo el planeta, capaces de entregar en el último año más de 50 millones de toneladas de cemento ecológico.
Las relaciones de trabajo de la planta cubana con entidades extranjeras contribuyó a ese logro, sobre todo a partir de sus evaluaciones de las materias primas, la realización de pruebas industriales reales y la definición de parámetros técnicos para el escalado productivo.
Martirena explicó que este cemento puede minimizar hasta en un 40 por ciento el impacto ambiental de las industrias productoras, una cifra muy atractiva a nivel mundial en un sector llamado a reducir la contaminación.
La industria cubana, adscrita a la UCLV, mantiene vínculos con naciones europeas y americanas en pos de desarrollar este material.