El ministro de Asuntos Exteriores del gobierno PSOE/Sumar, José Manuel Albares, participó este jueves en la Conferencia de París sobre Siria, donde abogó por «garantizar la soberanía y la seguridad del país» olvidando que el actual gobierno sirio es consecuencia de un golpe de estado terrorista apoyado por los países occidentales.
La reunión internacional tuvo lugar dos semanas después del nombramiento de Ahmed Al Sharaa (sin actas, ni elecciones, ni nada parecido) como presidente interino, y congregó a representantes del nuevo Gobierno yihadista-golpista sirio, así como a los principales socios europeos, árabes y del G7, con el objetivo de reforzar la cooperación, es decir, el saqueo y las privatizaciones anunciadas por el gobierno títere y que las empresas occidentales y árabes se frotan las manos. Lo llaman «apoyar la economía y la estabilización del país».
Durante el encuentro, según informó Exteriores en una nota de prensa, Albares compartió espacio con sus homólogos de Italia, Canadá, Qatar, Irak, Jordania, Baréin y Emiratos Árabes Unidos, entre otros, además de la comisaria europea para el Mediterráneo, Dinravka Suica, y representantes de Estados Unidos, Turquía, Japón, de la Liga Árabe y del Consejo de Cooperación del Golfo.
Tuvieron la desvergüenza de destacar «la importancia de la justicia transicional y la lucha contra la impunidad» (sic) y Albares destacó que los primeros pasos que se han dado desde el establecimiento de la dictadura yihaidista (el gobierno progre español lo lama «nueva administración») son positivos, como la formación de un Comité Preparatorio para organizar la Conferencia del Diálogo Nacional. Son unos cracks de la hipocresóa.