La Cancillería hizo hincapié sobre el hecho de que «el discurso de Macron muestra claramente toques de chantaje nuclear. Las ambiciones de París de convertirse en el ‘patrón’ nuclear de toda Europa, proporcionándole un paraguas nuclear que casi sustituya al estadounidense, han salido a la luz».
Sobra decir que esto no reforzará la seguridad ni de la propia Francia ni de sus aliados, dice el texto.
Además, señaló que el potencial de las fuerzas nucleares francesas no es comparable al de Estados Unidos. Francia sólo dispone de 56 portadores de cabezas nucleares, mientras que Estados Unidos tiene 898, resalta el texto.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, el discurso de Macron fue extremadamente agresivo y antirruso.
Por enésima vez calificó a nuestro país de amenaza para Francia y Europa y lo acusó, como siempre sin fundamento, con todos los pecados mortales: desde los ciberataques y la injerencia en las elecciones hasta el deseo de casi atacar a otros Estados europeos, destacó la cartera rusa de Exteriores.
A su vez, reiteró que «semejantes invenciones y teorías provocadoras» se escucharon antes de boca de Macron. «Pero, quizá por primera vez se presentan de forma tan concentrada e irreconciliable. Se trata de una especie de catecismo de un programa de acción rusófobo», aseveró Moscú.
También recordó que el líder galo manifestó en repetidas ocasiones su intención de llamar a su homólogo ruso, Vladimir Putin, para discutir las vías de un arreglo pacífico en Ucrania y garantizar la seguridad en Europa.
«La parte rusa siempre se ha mostrado abierta a una conversación de este tipo. Sin embargo, Macron volvió a preferir la táctica de la fuerte retórica pública», señaló el Ministerio de Exteriores.
No obstante, llamó la atención sobre la ausencia de referencias a las garantías de seguridad para Rusia en el discurso de Macron, aunque todo está «impregnado del tema de asegurar las garantías de seguridad para Ucrania».
Moscú se vio obligada a recordar una vez más que «la tragedia de Ucrania comenzó en 2014, cuando, como resultado de un golpe de Estado, fuerzas abiertamente neonazis llegaron al poder en el país con la complicidad y el apoyo de Occidente y se propusieron discriminar a la población rusa y provocar un sangriento conflicto civil en Donbás».
Las propuestas del líder francés para un «camino hacia la paz» no contienen ninguna receta nueva. Sigue siendo un mayor bombeo de armas occidentales a Ucrania y la continuación de las hostilidades, un aumento sin precedentes de los gastos militares de los países europeos.
«El programa ruso de construcción militar es una reacción forzada a la política agresiva de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), incluida la entrada forzada de Suecia y Finlandia en la alianza», aseveró la Cancillería rusa.
Finalmente, reiteró, entre otras cosas, que «París sigue sin tener en cuenta los intereses vitales» de Rusia y pretenden forzarlo a «tomar las decisiones que Occidente necesita», lo cual, no funcionará.
